Adicciones

Aumentan los jóvenes con patología dual en la región

Proyecto Hombre Madrid presenta la memoria de actividades 2023 y alertan de que más del 60% de jóvenes en tratamiento sufren de forma simultánea un trastorno adictivo y otro mental

Proyecto Hombre aumenta un 16% el número de jóvenes atendidos respecto a 2020
Proyecto Hombre aumenta un 16% el número de jóvenes atendidos respecto a 2020Kike TabernerLa Razon

Más de 7.200 personas fueron atendidas en Proyecto Hombre Madrid en 2023. De ellas, 6.212 lo hicieron por conductas adictivas, un número que refleja la creciente preocupación por las adicciones en la sociedad. De este total, un dato que destaca es la alarmante cifra de jóvenes con patología dual, es decir, aquellos que sufren de un trastorno adictivo y otro trastorno mental simultáneamente. Este fenómeno, que afecta a más del 60% de los jóvenes en tratamiento, exige un enfoque integral y multidisciplinar para su abordaje. Las sustancias que más motivaron a los adultos a solicitar tratamiento fueron el alcohol (28,69%), la cocaína (21,64%) y una combinación de ambas (14,84%).

A su vez, en el ámbito de las adicciones comportamentales, el juego patológico se destacó como la principal preocupación. El perfil general de los adultos atendidos es el de hombres y mujeres de entre 36 y 45 años, con una vida laboral estable y, en su mayoría, con familia. Para los hombres, la cocaína es la sustancia más común, mientras que para las mujeres es el alcohol. En cuanto a los menores y jóvenes, el cannabis (46,58%) es la principal sustancia de abuso, seguida por el alcohol (33,97%) y la cocaína (8,08%). Sin embargo, un dato revelador es que el 70% de los jóvenes que inician tratamiento por consumo de cannabis también presentan un problema de abuso de alcohol. Además, un patrón preocupante es el creciente uso de nuevas tecnologías, especialmente en forma de adicción al internet o videojuegos.

Lo más preocupante, sin embargo, es el creciente porcentaje de jóvenes que presentan lo que se conoce como patología dual. Este término hace referencia a la presencia simultánea de un trastorno adictivo y otro trastorno mental. Si bien al inicio del tratamiento se identificaba un 32% de jóvenes con esta condición, los diagnósticos durante el proceso aumentan a más del 60%. Este aumento se debe en gran medida al infradiagnóstico de estas patologías, ya que tradicionalmente se ha tendido a abordar solo uno de los trastornos, el que más llama la atención en cada caso, lo que deja al paciente y su entorno en la incertidumbre.

«Los diagnósticos habitualmente se hacen con las conductas más llamativas detectadas por la familia o los adultos de referencia. En el caso de los adolescentes suele ser más común detectar los usos, abusos y adicciones a sustancias o a nuevas sustancias y en adultos es más común poderse focalizar en el deterioro que generan los trastornos mentales», explica Jesús Villanueva, Director adjunto en Proyecto Hombre Madrid. Los trastornos mentales más frecuentes entre estos jóvenes incluyen los trastornos de ansiedad, los depresivos, los de control de impulsos y los trastornos de la personalidad. Además, se observa que en muchos casos, el consumo de sustancias, como el cannabis o el alcohol, es una forma de lidiar con el malestar que causan estos trastornos, creando un círculo vicioso donde ambos problemas se retroalimentan.

El tratamiento eficaz de la patología dual exige un enfoque integral que aborde ambos trastornos de manera simultánea. La evidencia demuestra que cuando ambos trastornos se tratan en paralelo, los resultados son significativamente mejores. Para lograr esto, es fundamental una intervención temprana y una detección precoz. Los profesionales de Proyecto Hombre Madrid, que trabajan en equipos multidisciplinares compuestos por psicólogos, psiquiatras, médicos y terapeutas ocupacionales, son conscientes de la importancia de abordar de manera simultánea todos los aspectos que afectan la vida de los jóvenes.

La clave está en la intervención temprana, ya que cuanto antes se detecten los problemas, más fácil será para los jóvenes encontrar un camino hacia la recuperación. Sin embargo, también es crucial que los adultos, ya sean padres, tutores o educadores, estén atentos a los síntomas de adicción o trastornos mentales en los jóvenes, y que busquen ayuda profesional lo antes posible. «La familia es parte de la solución y así lo tenemos en cuenta en parte de la intervención y siempre que es posible contamos con ellos. La persona que está sufriendo una conducta adictiva es importante que tenga recursos sociales y familiares, mejor que mejor. Lo peor que le puede pasar a una persona que está pasando padeciendo una conducta adictiva es sentirse abandonado», explica Pablo Llama, psicólogo de Proyecto Hombre Madrid.