Educación

Ayuso impulsa colegios libres de pantallas hasta la ESO

Creará un sello específico para estos centros. Unificará en una sola ley las reformas en Universidad y Ciencia

Jóvenes con teléfonos móviles a la salida del colegio @Gonzalo Pérez Mata
Jóvenes con teléfonos móviles a la salida del colegio @Gonzalo Pérez Mata Gonzalo Pérez Mata Fotógrafos

Tras el auge de la educación en los centros a través de las pantallas, la Comunidad de Madrid empieza a cuestionar el modelo después de que se hayan disparado los casos de abusos de nuevas tecnologías por parte de los jóvenes entre los 12 y los 17 años. Es más, la presidenta madrileña presentaba hace pocas semanas un protocolo para prevenir las adicciones a las pantallas de los alumnos, un asunto que preocupa especialmente. Ahora, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid avalará la existencia de centros en los que se eduque sin dispositivos digitales en las etapas de Infantil y Primaria de tal manera que creará el sello específico de «centros sin pantallas». La medida se incluirá en el Plan por la libertad, la pluralidad y la calidad de la Educación que presentará la presidenta madrileña el próximo mes de enero, según detalló el consejero de Educación, Ciencia y Universidad, Emilio Viciana, ayer, durante un desayuno informativo en Nueva Economía Fórum. Así, los padres podrán elegir uno de estos centros, si es que lo que prefieren para la formación de sus hijos.

La medida forma parte de todo un compendio que pretende atajar problemas como la dependencia de las nuevas tecnologías y abordar otras cuestiones, como la violencia, las agresiones sexuales y el suicidio. Se trataría de atender ahora cuestiones como la salud mental de los alumnos, especialmente perjudicada tras la pandemia. De hecho, se pretende aligerar la carga burocrática de los profesores para que éstos puedan dedicar más tiempo a los estudiantes. Viciana se refirió a este asunto a la hora de hablar de los casos de autolesiones, también en aumento. «Estas situaciones a veces pasan desapercibidas y hay una necesidad de trabajar en la prevención. Lo importante es llenar la vida de los jóvenes con alegría y contenido real que les permita abordar los problemas de la vida porque no puede ser que cualquier pequeño problema se convierta en una depresión».

Viciana cree que de lo que se trata es de que los alumnos puedan entender lo que está pasando a su alrededor. «Es muy importante que un alumno pueda encender la televisión y ver un telediario y entender lo que está pasando». Sin embargo, «ahora los niños están permanentemente mirando el móvil, se relacionan a través de un chat o un videojuego y les cuesta mucho relacionarse físicamente con otros niños de su edad». Incluso puso el acento en el hecho de que muchos se saltan los controles parentales con relativa facilidad» accediendo así a contenidos que no les benefician (pornográficos o violentos) con una pérdida de comunicación entre las familias, reflexionaba el consejero madrileño.

Precisamente, la ministra de Educación, FP y Deportes, Pilar Alegría, planteaba hace unos días a las autonomías la posibilidad de abordar medidas comunes en toda España contra el uso del móvil en los centros. En Madrid, está prohibido su uso en todos los colegios (tanto en aulas y zonas de recreo) desde hace tres años, pero la Comunidad está dispuesta a participar en el debate que este asunto genere.

La preocupación por este asunto también se ha extendido a la Asamblea de Madrid de tal manera que los grupos parlamentarios han firmado un acuerdo para crear una comisión de estudio para abordar el uso de la tecnología por parte de la infancia y la adolescencia. Por esta comisión pasarán expertos, así como profesionales de la Administración, de la sociedad civil, de la industria e incluso asociaciones juveniles.

Por otra parte, el consejero de Educación anunció que la ley de universidades madrileña se presentará para su tramitación en 2024. De hecho, ya se están celebrando reuniones con rectores y gerentes de universidades para recabar elementos que se consideren esenciales para elaborar «una ley potente». La norma se apoyará en tres patas fundamentales: la financiación, la gobernanza y el papel que debe jugar la universidad.

Una de las novedades será que las reformas en materia de ciencia también estarán incluidas en esta misma norma de tal manera que se podrá hablar de una Ley de Ciencia y Universidad que regulará los dos ámbitos por la relación entre los dos ámbitos. En materia de investigación, lo que se pretende es que haya mecanismos ágiles de conexión entre la ciencia y la empresa y que esta investigación repercuta en la sociedad. Por último, Viciana también apuntó que se reformará el sistema de gobernanza de las universidades.