Vinos de barra

Una bonita sencillez

Nada de complejidad, salvo escuchar lo que va dejando esa variedad, muy limpia de concepto y trabajada de una manera absolutamente discreta y rigurosa

Una bonita sencillez
Una bonita sencillezCedida

Vivimos tiempos muy inflamados, por aquello de las incertidumbres políticas, las tribulaciones de un mundo que no sabe si mirar a Ucrania o a los problemas territoriales de este país, y nada mejor que un vino que amanse espíritus y fogueo. A lomos de la treixadura en estado puro, se elabora un blanco que tiene una saga de atractivos de absoluta sencillez y hermosura. Nada de complejidad, salvo escuchar lo que va dejando esa variedad, muy limpia de concepto y trabajada de una manera absolutamente discreta y rigurosa.

Y en la línea de lo que demanda esa uva, todo resulta tan balsámico y floral que nos chisporrotea el gusto. La delicadeza, que en principio es aromática, luego es compendiada en una boca llena de sincera propuesta. Hay una acidez que parece siempre en el fondo de lo que se aprecia, porque armónicamente se va recorriendo la memoria y también lo que pintan paladar y sensación. Tipicidad característica de la zona de Ribeiro, trabajada con solvencia en favor de un vino que solo pretende ser en su juventud alianza de vida y de gracia.

Es un blanco perfecto para empezar a jugar con una primavera que a veces se nos antoja imposible en días de lluvia furiosa, pero que seguramente vaya explotando al mismo tiempo que las gastronomías del reverdecer de las estaciones.

Bodega: Ramón do Casar

Vino: Ramón do Casar Treixadura 2023

D. O.: Ribeiro

Pvp: 14,50 euros

www.ramondocasar.es