
Gastronomía
Una cena benéfica por Valencia memorable: 350.000 euros recaudados
«Madrid, hoy y siempre por Valencia» es el lema del que partió la cena dirigida el sábado por Dabiz Muñoz en la que participaron trece emblemáticos cocineros

Lo que ocurrió en una de las cocinas del hotel Villa Magna la noche del sábado difícilmente se volverá a repetir. Allí se encontraban algo más de sesenta cocineros trabajando con un buen rollo contagioso, unos ultimando unos platos y otros iniciándolos. Todos felices. Sí, eran tantos, porque cada cocinero acudió con su equipo o, por lo menos, con parte para la elaboración de su plato a los 200 comensales que asistieron a la cita. Sacha Hormaechea, Hugo Muñoz, Paco Roncero, Alberto Chicote, Sergi Arola, Ramón Freixa, Abraham García, Mario, Ricardo Vélez, Diego Guerrero, Sandoval, Andrea Tumbarello y Marcos Pérez acudieron a la llamada de Dabiz Muñoz para, entre todos, servir una cena memorable a beneficio de los damnificados de la DANA. Tuvo lugar bajo el lema «Madrid, hoy y siempre por Valencia y se lograron recaudar 350.000 euros, ya que el precio del cubierto era de mil euros. Se trata de la cena que Madrid celebra como parte de la iniciativa «Desde Valencia Para Valencia» (desdevalenciaparavalencia.com), dirigida por Ricard Camarena, Begoña Rodrigo y Quique Dacosta. La citada cantidad se suma a los tres millones doscientos mil euros que, por ahora, se han recaudado y que se destinarán, íntegramente, a ayudar a los autónomos, comerciantes y pequeños empresarios con menores a su cargo y afectados por la DANA, que asoló la provincia de Valencia el 29 de octubre. Es una cifra que aún no está actualizada, ya que hay que tener en cuenta que son 33 las cenas solidarias, la mayoría celebradas la noche del viernes, tanto en España como en algunas capitales del mundo, protagonizadas por cerca de 400 cocineros. Además, se han movilizado cerca de 200 restaurantes y otras iniciativas, que donarán durante el mes de diciembre toda o parte de la recaudación obtenida de diferentes propuestas.
«Creo que esta es una noche bonita para hacer un homenaje a Madrid y para ayudar a los afectados por la catástrofe. Nuestro leitmotiv es “Madrid, hoy y siempre por Valencia” y, por ello, el deseo es que esta noche sea inolvidable, hacer algo irrepetible, que no se hubiese hecho nunca y que sea difícil que se vuelva a repetir. Me parece que la ocasión lo merece», afirmó el cocinero de DiverXO. Para lograrlo, seleccionó a los cocineros que «creo que son historia viva de esta ciudad y que han marcado el escenario gastronómico de esta ciudad para que sirvieran sus platos más emblemáticos. Es una iniciativa que demuestra, una vez más, que la gastronomía no solamente es motivo de celebración cuando nos reunimos alrededor de una mesa, sino que es el primer frente de ayuda cuando ocurren este tipo de desgracias. Los cocineros tenemos una profesión muy bonita, porque no solamente damos felicidad, sino que pretendemos ayudar a mucha gente de numerosas formas. Una buena comida cambia el día a mucha gente», culminó, no sin recordar que se han celebrado otras cenas tanto en Madrid como en varias ciudades de España, de Europa y en Iberoamérica. Dicho esto, los comensales –quien escribe estas líneas compartió mesa con María Ritter, directora de Guía Repsol–, disfrutamos de las elaboraciones de trece cocineros. Así, durante el aperitivo probamos el mollete al vapor de trompetas de la muerte y trufa con mantequilla de Dabiz Muñoz; el lemon pie de brandada de babalao, de Roncero; las setas de castaño de Montsey con jugo de mar y tierra, de Freixa, y la ensaladilla de cangrejo real con sashimi de erizo gallego, guisante lágrima, papa canaria, mini zanahoria ecológica y mahonesa de la mejor lata de atún, de Hugo Muñoz. Bocados que armonizamos con la margarita picante, de Circus Bar StreetXO, y con el Ultramarino, de Diego Cabrera. Ya en la mesa, hacía años que no comíamos las míticas bravas de Sergi Arola, quien vive feliz en Chile, al frente de su bar de tapas, de nombre Lola, además de asesorar el restaurante Lab by Sergi Arola, en Sintra. Nos recompuso la sopa de cocido, de Marcos Pérez (Casa Lhardy) y nos entusiasmó el salpicón de bogavante, de Sacha, tanto como los huevos de corral con mousse de hongos y tuber melanosporum, de Abraham García, y el mítico cochinillo, de Sandoval. No nos levantamos de la mesa sin probar la panna cotta de trufa, de Tumbarello, y el macaron Chapuis relleno de cremoso de Manjaru y brunoise de piña con vainilla Tahití, de Ricardo Vélez. Postres que pusieron el toque dulce en una noche solidaria, emocionante y sublime en la que no faltaron los churros con chocolate, de San Ginés. Hablamos de Madrid.
Una responsabilidad
«La respuesta del sector sabía que iba a ser esta, porque si no, nunca me hubiera atrevido a llevar a cabo la iniciativa. De hecho, la idea surge por la cantidad de llamadas que tuve de cocineros diciéndome cómo podían ayudar. Sólo tenía que hilar esas voluntades y ver cómo con un sólo gesto podíamos hacer algo muy grande. Con el paso del tiempo, he entendido que es un triunfo de la sociedad. La situación aún es dramática, así que es importante que los damnificados no se sientan solos. Es un deber y una responsabilidad estar con ellos. Vamos a necesitar la ayuda de una administración que sea consciente», advirtió Camarena. A su lado, Dacosta recordó que «estos días se están celebrando cenas no solo aquí, sino también en las ciudades más importantes del mundo. En mi cabeza nunca estuvo una cifra económica concreta como objetivo, sino la máxima solidaridad de mis compañeros, que sin duda se han superado con creces», aseguró.
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