Deporte

En la cuna madrileña de los duelos con sables de luz

El Ludosport llegó a Madrid hace nueve años. Los españoles son ya referentes internacionales y buscan crecer hasta llegar a ser olímpicos

Cuando Venus Yepes, de 22 años, llegó a su casa tras una clase de prueba, le soltó a su madre: «Mamá, me he apuntado a una academia de combate con sables de luz». Su madre pensó que se había «vuelto loca». Pero no lo estaba. Iba muy en serio. A lo que se apuntó Yepes se llama Ludosport, un deporte de combate que combina elementos de artes marciales y esgrima con un enfoque en el uso de sables de luz inspirados en películas. Ludosport nació hace menos de 20 años en Italia, pero a España llegó en el año 2015. Tanto ha calado en el país que los españoles son ya competidores referentes en este deporte: en el pasado Mundial, que se realizó en París, se proclamó campeón por primera vez un español, Carlos Jiménez, que es uno de los que dirige Ludosport Atlas, una academia de este deporte en España.

Los competidores insisten en dejar de reducir el deporte únicamente a su relación con la saga de Star Wars, aunque sea un orgullo y un motivo de incentivo para practicarlo. «Nuestro objetivo es ser el crossfit del futuro. Hace 10 años a la gente le parecía raro que la gente levantara ruedas de camiones, pero ahora todo el mundo lo conoce», asegura Esther Lancha, profesora y vigente campeona del mundial femenino.

Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de
Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de Alberto R. RoldánFotógrafos

Son las 19:30 de un lunes de marzo y hace bastante frío en una nave de la calle Miguel Fleta de Madrid. Está a punto de comenzar una clase de Ludosport y los deportistas se apresuran en calentar. Tras las explicaciones técnicas previas, ya están listos. «Pues a jugar», exclama la instructora Lancha, justo antes de que comience el espectáculo de luces y sonidos.

Victor Capdevila, de 22 años, explica: «Como el arma está asociado a la saga Star Wars, la gente tiende a pensar que es coreografiado, pero es completamente real». Este joven es de Tenerife y vino a Madrid a estudiar Arte Dramático. Al ser un apasionado de las películas de Star Wars, se encontró, trasteando por internet, un anuncio sobre el Ludosport. Y desde que realizó su clase de prueba en octubre 2019, ya no ha dejado de practicarlo. Capdevila considera que, quizá hace unos años, «sí generaba algo de rechazo lo friki». Pero «hoy lo friki mola».

Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de
Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de Alberto R. RoldánFotógrafos

El deporte nace en 2006 en Italia y llega a España en noviembre de 2015. «Es un deporte todavía muy temprano. Estamos en fase de expansión todavía», cuenta Capdevila. José Campos y Carlos Jiménez lo expandieron por España, primero a Madrid y luego a Barcelona. Y, con el aumento de inscripciones con los años, se creó Ludoport Atlas, que es la academia a nivel nacional que aglutina muchas de las escuelas que se encuentran por todo el territorio español. Lancha es una de las profesoras y coordina todas las academias a nivel nacional. «En todo el mundo hay unos 2.000 competidores. En España ya somos más de mil. Este año hemos conseguido pasar a los italianos: tanto por tener un campeón español como en número de deportistas», cuenta Lancha.

Para conocer este deporte, primero hay que acudir a lo más básico. El espacio donde se desarrolla es una arena circular de ocho metros de diámetro, para la que todavía no hay ningún terreno específico fijado, pero que suele ser el suelo de parqué o sintético de los pabellones deportivos. Para practicarlo se necesita un sable, elemento central del juego. Este tiene que estar homologado por la escuela italiana: entre otras prestaciones, es necesario que tenga luz y sonido. Juan Manuel Muñoz, ingeniero aeronáutico y alumno de la escuela de Ludosport en Madrid, es el diseñador . «Como había problemas de stock y yo quería uno, se me ocurrió idear uno». Se puso manos a la obra y ha conseguido diseñar un sable en dos años que es el que ahora se utiliza en las academias españolas. El sable puede ir de los 300 a los 450 euros, pero para practicar el deporte no es necesario comprarse uno, ya que en las academias de Ludosport Atlas se dispone de sables para todos los alumnos. Una vez, tenemos el terreno y el sable, solo faltaría la vestimenta. Se usa una túnica y una subtúnica, cuyos colores varían dependiendo del rango o nivel. No se usan protecciones, salvo unos guantes y opcionalmente, gafas o coquilla.

Ahora bien, ¿cómo es un combate de Ludosport? El objetivo es asestar al rival tres golpes mortales, también llamados «oh», por el sonido que se emite al conseguirlo. El otro tipo de golpe es el «ih» (también su onomatopeya), el cual es una forma de ir desgastando al contrincante. Este último es el que impacta en el rival de codos a manos y de rodillas a pies. El resto serían golpes mortales, con la excepción de las estocadas –un golpe con la punta del sable– y del golpe en la cara, que no están permitidos.

Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de
Entrenamiento de Ludosport, una disciplina de combate real con sable de luz que mezcla una gran diversidad de Alberto R. RoldánFotógrafos

En cuanto a la técnica del deporte, existen siete estilos o formas de combate. Cada una de estas formas, compuesta por una serie de movimientos que tiene el objetivo de asestar un golpe al rival, requiere un tiempo aproximado, en función de la habilidad del alumno, de un año para dominarla. Estas técnicas beben de otras artes marciales o deportes de combate. «Por ejemplo, la forma 1 se parece al kendo, por su agarre a dos manos; la forma 2, a la esgrima deportiva», explica Capdevila mientras sostiene uno de los sables. Las formas sexta y séptima todavía no se conocen: «Aún no la han desarrollado los maestros fundadores del deporte, que son italianos».

El sable está hecho de policarbonato y un impacto puede hacer bastante daño. «Es un deporte basado en el respeto. Es además de autodeclaración. Cada uno reconoce los impactos que ha recibido», cuenta Yannick Santa Cruz con un hematoma debajo del ojo tras un accidente entrenando. Por ello, aunque los árbitros sean ellos mismos, también hay dos árbitros externos. Hay cuatro tipos de tarjetas: el aviso; amarilla, que da el punto a tu rival; roja, que le da al rival el combate por ganado; y la negra, que implica la expulsión de la competición por una falta de respeto o ataque intencionado.

Uno de los atractivos de Ludosport es la realización de competiciones internacionales. El pasado mundial reunió a los 64 mejores del mundo y, por primera vez, un español, Carlos Jiménez, salió campeón. Eso ha atraído a gente al deporte, como por ejemplo a Alicia Rodríguez, de 26 años, que lleva un año y quiere llegar a competir, o a David Díaz, que con tan solo 16 años en la escuela creen que puede «llegar a ser campeón del mundo».

A pesar de l crecimiento y haber abierto doce centros en España en un año, desde Ludosport reconocen que todavía hacen falta patrocinadores, sobre todo para las ambiciones que tiene. «Nuestra ambición es, primero, estar en todas las provincias de España. Después, seguir creciendo internacionalmente y que se nos tenga en cuenta». Y remata: «Si el break dance ha sido deporte olímpico, por qué no Ludosport».