
Entrevista
Esbieta: «No es un sacrilegio cocinar con un caldo comprado si es bueno»
La cocinera publica «Las mejores recetas de Esbieta. El placer de cocinar fácil, variado y delicioso»

Tenemos entre manos un libro de obligada consulta en cuanto nos pongamos frente a los fogones. Se trata de «Las mejores recetas de Esbieta. El placer de cocinar fácil, variado y delicioso» (Planeta). Nacida en Ucrania, donde estudió Química, su nombre real es Svitlana Popivnyak. Todos la conocemos como Esbieta gracias a su popular canal de Youtube, donde la siguen más de tres millones de personas, a sus apariciones en Instagram, red social en la que también comparte sus elaboraciones, y a su propia web (recetasdesbieta.com): «El objetivo del libro ha sido reunir esos platos que más interés han despertado entre mis seguidores», dice. En total, el volumen acoge 80 recetas del mundo, ya que las hay de su país de origen, de Los Cárpatos, de Georgia, de Cuba…: «Son lugares cuya gastronomía es poco conocida en España», continúa, al tiempo que confirma que «la cocina caucásica es riquísima. Las montañas del Cáucaso recuerdan a una Europa antigua y, además, allí el clima es parecido al mediterráneo, algo que se refleja en la cocina». Como ejemplo, la ensalada georgiana, hecha con tomate, pepino, cebolla roja, ramitas de cilantro o perejil, sal y un aliño especial con nueces. Entre las ucranianas, destaca el «varenyky», una pasta rellena de puré de patata y queso feta: «Allí, tenemos trigo de mucha calidad. Por eso, la pasta se hace con harina de trigo y es algo diferente a la italiana», explica. Reconoce que es una preparación algo complicada. Sin embargo, anima al lector a perder el miedo, ya que en el libro encuentra la receta detallada y fotos de cada paso a seguir. ¿Qué aconsejaría a quien dice no tener tiempo para cocinar? Preguntamos: «Es cierto que algunos guisos llevan su tiempo, pero hay muchos otros platos caseros riquísimos que no requieren de tanto». Uno de ellos es su lubina all ‘acqua pazza, rico y sencillo de hacer: «No necesitas tener muchos ingredientes a mano, ni comprarlos en establecimientos especializados. Con un mínimo de esfuerzo, obtienes el máximo resultado. Quien cocina en casa cosas sencillas y le salen bien, se anima a seguir cocinando», apunta. De ahí que la cocinera nos lo quiera poner fácil y encontremos cómo hacer un arroz blanco «sin esfuerzo», lo asegura, lo mismo que promete que sale perfecta una ensaladilla rusa, unas lentejas con verduras o unos espaguetis blancos: «Soy consciente de que desanima mucho que no te salgan bien los platos. Sientes que has invertido tiempo y dinero sin obtener el resultado deseado», insiste. Su stracciatella alla romana es una de esas sopas sencillas que debe hacer hasta el menos cocinillas. Lo suyo, añade, es prepararla con un caldo casero, pero sale rica hasta con uno de supermercado de calidad: «No es un sacrilegio comprarlo si es bueno, ya sea de pollo, aunque también queda rico con el de pescado». Ella opta por el de pollo, bate tres huevos y añade parmesano rallado. Una vez hierve el caldo, incluye la mezcla, que remueve con una barrilla con la sémola de trigo: «Parece que es pasta, pero no lo es. Se hace en cinco minutos y está espectacular». Nuez moscada, pimienta negra molida, ramitas de cebollino, perejil y sal son el resto de ingredientes.
Viajar con el paladar
Los guisantes con canela y hierbabuena es otra delicia que nos recomienda preparar por simple y por la sorprendente combinación de sabores. Asimismo, reconoce que la lasaña es uno de los manjares que entusiasma a sus seguidores, incluso los italianos señalan que «la he clavado y que es una de las mejores que han probado en su vida», prosigue Esbieta, quien no prescinde del aceite de oliva virgen extra en sus recetas y en su nevera siempre hay «patatas, calabacines y zanahorias». En su afán por aprovechar absolutamente todo, con éstas nos aconseja elaborar una rica ensalada coreana. Las corta en bastoncitos largos, incluye especias, semillas de cilantro, pimienta negra, guindilla y ajo rallado. Y, para culminarla, calienta bien aceite de oliva virgen extra en la sartén y lo vierte por encima, mientras las especias desprenden un aroma increíble. Por último, añade sal y vinagre. Por último, le pedimos que nos confeccione un menú para cuatro personas, económico y saludable, con un precio de cinco euros por persona. Para abrir boca, nos anima a hacer la ensalada georgiana, que puede anteceder a la empanada gallega de raxo. Para terminar, el postre de leche húngaro. La cocinera dedica un capítulo a éstas, formado, entre otras, por la empanada gallega de bonito, de maíz y bacalao, la ucraniana de repollo y huevo y de jamón y queso. Más que nada, porque le encanta trabajar con harina. Tanto es así, que ya ha desvelado «Los secretos del pan casero» en otro libro, también de Planeta, que es todo un éxito. El borsch, la sopa de los Cárpatos de pasta y champiñones, de gambas al estilo thai, la turca sulu köfte o la castellana tan nuestra, los frijoles negros al estilo cubano, los garbanzos al turco y el «kletzky», polaco y ucraniano, son algunas recetas que componen el libro perfectas para viajar con el paladar.
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