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Opinión

La izquierda se descompone tras la aplastante mayoría del bastión madrileño del PP

Las refriegas internas dan argumentos a Génova, que insiste con su campaña: «O Sánchez o España»

Debate de cinco de los candidatos a la presidencia de la Comunidad madrileña en la sede de Telemadrid. Alberto R. RoldánLa Razón

Parece que ha pasado un siglo, pero hace sólo hace una semana que los populares tiñeron de azul gran parte del mapa político español. Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida barrían en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid laminando a Podemos. Ciudadanos, por su parte, salió del tablero madrileño y los resultados electorales dejaron herido a Vox en la Asamblea. Los de Santiago Abascal han logrado robarle un escaño al PP en la región (11) en el recuento del voto exterior, pero la presidenta mantiene una holgada mayoría absoluta pasando de 71 a 70 escaños. Los cambios en la composición de la Asamblea no varían sustancialmente y Ayuso podrá sacar adelante sus proyectos sin apoyos. Los aplastantes resultados han dinamitado las relaciones con Vox, rotas desde que la formación votó en contra de los Presupuestos. El partido de Abascal ha avanzado territorialmente en gran parte de España, pero la pérdida de dos escaños en Madrid supone un castigo al partido en el bastión que ha impulsado la denuncia de las políticas de Pedro Sánchez. El adelanto de las elecciones generales al 23 de julio no ha dado descanso a los populares madrileños, que aguardan los cambios derivados del movimiento que la presidenta pueda hacer con Alfonso Serrano, su secretario general en el partido.

Lobato, arrastrado por Moncloa

Mientras en la primera planta de Génova se afanan por continuar en la senda del «fin del sanchismo», los socialistas madrileños no son ajenos a las consecuencias derivadas del oscuro laberinto en el que se encuentra su partido. La desconcertante precampaña de Pedro Sánchez y las luchas internas tras su estrepitoso fracaso el 28-M no contribuyen a que el secretario general de la formación en Madrid, Juan Lobato, centre su labor en la región. Si los días posteriores a los resultados se ocupó de ofrecer una imagen moderada e institucional, con declaraciones alejadas del histrionismo de miembros de su partido, el viraje de última hora le ha arrastrado a la deriva. Las últimas instrucciones dadas a los candidatos municipales que han perdido en municipios son contrarias a lo dicho. Lobato ha pasado de explicar públicamente que daba libertad a las agrupaciones locales para facilitar alcaldías a no hacerlo con gobiernos de PP y Vox. «De no ser posible la formación de gobiernos progresistas, los concejales electos en listas del PSOE de Madrid votarán su propia candidatura, no facilitando en ningún caso la formación de gobiernos de derechas», informó el partido de Madrid. Siguiendo las tesis de Ferraz, el que hasta hace unos días concurría como aspirante a la Comunidad ha dado un volantazo alineándose también con la estrategia de Moncloa de cara a la campaña del 23-J.

Arganda y San Sebastián

Las indicaciones son contrarias a la intención del alcalde en funciones de San Sebastián de los Reyes, Narciso Romero, que manifestó su disposición a abstenerse para que pudiera gobernar el PP sin necesidad de ir de la mano con Vox. El de Arganda del Rey, Guillermo Hita, se pronunció en parecidos términos pese a aclarar que nunca había ofrecido los votos de su partido a los populares. Las luchas intestinas a la izquierda también han dejado fuera de juego a Más Madrid, la formación de Iñigo Errejón aliada de Yolanda Díaz, que ha tenido su peor resultado en el Ayuntamiento. Las diatribas en torno a la inclusión de representantes de Podemos y ministras del Gobierno en el partido de la vicepresidenta ocupan la conversación política, con escasas posibilidades de colocar otro mensaje que no sea la composición de las papeletas de Sumar. Las refriegas internas dan argumentos a los populares que desde el bastión madrileño continúan con su campaña: «O Sánchez o España».

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