Adicciones
Las jóvenes, más cerca de los varones en el consumo de cocaína
Proyecto Hombre Madrid apunta un aumento del consumo de sustancias en los meses de verano
Un reciente informe de Proyecto Hombre Madrid revela que el 14 % de los pacientes atendidos por la organización son menores de 25 años, lo que pone de manifiesto un preocupante aumento del consumo de sustancias como el cannabis y la cocaína, especialmente entre chicas jóvenes. A pesar de este incremento, las mujeres siguen siendo menos propensas a buscar ayuda, una tendencia atribuida a la mayor estigmatización social que enfrentan y al carácter más silencioso de su consumo. «Sigue habiendo más consumidores hombres que mujeres, como habitual e históricamente. Si que hay un aumento en el perfil de mujeres jóvenes de cocaína. En general, en todas las sustancias, lo que estamos percibiendo es que las mujeres van copiando el modelo de consumo de los varones, es decir, cada vez consumen más o se atreven a consumir», explica Pablo Llamas, psicólogo de Proyecto Hombre Madrid a este periódico.
Y además, señala que, cuando se plantean este análisis de consumo de sustancias, se perciben cada vez menos diferencias en cuanto a sexo. «Ya lo hemos visto en alcohol –las mujeres ya han superado a los hombres– o en cannabis. Hay una cierta copia de modelo de consumo. En el cannabis se están acercando mucho el número de mujeres jóvenes consumidoras al de hombres y en la cocaína, aunque es mayor, ha crecido». La organización subraya la importancia de buscar apoyo de manera temprana para evitar que estas conductas adictivas se cronifiquen y tengan un impacto duradero en la salud física y mental de los afectados.
Según los datos de Proyecto Hombre Madrid, en el 96,02 % de los casos recibidos en el servicio dirigido a menores y jóvenes, es la familia quien solicita ayuda. Además, más del 61 % de las familias acude a buscar tratamiento cuando la adicción ha estado presente por dos años o menos. «Entendemos que, cuando hablamos de menores o adolescentes, la familia es parte de la solución y vamos a contar con ellos. De no hacerlo, sería un error en el proceso», señala Llamas. Según indica, sobre todo por dos cuestiones importantes: «La primera, que los adolescentes tienen poca consciencia del problema, suelen negar que les esté ocurriendo algo y tienen miedo de afrontarlo con una ayuda profesional. Por eso es necesario que los padres acompañen. Y por otro lado, que en la mayoría de los casos no son menores autónomos, viven dentro del entorno familiar y, a veces, las dinámicas familiares o la manera de gestionar las cosas pueden estar influyendo en que se mantengan o no se solucionen los problemas». Sin embargo e insiste, en la mayoría de los casos la ayuda de la familia es fundamental y son ellos mismos, los que agradecen el seguimiento, el apoyo y la ayuda que reciben desde los profesionales de Proyecto Hombre Madrid.
El informe también señala las sustancias más comunes por las cuales se solicita tratamiento: el 46,58 % de los casos están relacionados con derivados del cannabis, seguido del alcohol (33,97 %), la cocaína (8,08 %), y otras drogas menos frecuentes como las benzodiacepinas y las anfetaminas. Además, las adicciones comportamentales, como el uso indebido de pantallas y el consumo de pornografía, también son motivo de preocupación. Los jóvenes con adicciones suelen presentar otras patologías mentales, siendo los trastornos de control de impulsos los más comunes (62 %), seguidos de comportamientos disruptivos (54 %) y trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad (43,5 %). Es notable que en, las chicas jóvenes, los trastornos alimentarios y depresivos son más frecuentes, mientras que los chicos tienden a presentar más problemas de control de impulsos y comportamientos disruptivos.
Otro dato alarmante es el porcentaje de jóvenes que han intentado suicidarse, cercano al 5%, siendo la ideación suicida mucho más común. A pesar del incremento en el consumo de drogas entre mujeres, del total de menores y jóvenes atendidos, el 78,93% son chicos y el 21,07 % chicas. La mayor visibilidad de las consecuencias del consumo en hombres, como comportamientos violentos o disruptivos, facilita que el entorno detecte el problema y busque ayuda, algo que no siempre ocurre con las mujeres.
Por último, desde Proyecto Hombre Madrid insisten en la necesidad de identificar a tiempo posibles trastornos de salud mental en los jóvenes. Aunque puede ser difícil distinguir entre conductas propias de su desarrollo y señales de alarma, la organización recomienda buscar asesoramiento ante cualquier duda para evitar complicaciones mayores.
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