Urbanismo

Madrid ya es la "ciudad de los 15 minutos"

Nueve de cada diez vecinos consideran que ya cuentan con todos los equipamientos que necesitan a menos de un cuarto de hora de sus casas. Con todo, algunos barrios se quedan fuera

Vistas de Madrid desde la terraza del Circulo de Bellas Artes.
Vistas de Madrid desde la terraza del Circulo de Bellas ArtesDavid JarLa Razón

Si hay un término urbanístico ahora mismo en boca de todos es el de la «ciudad de los 15 minutos»: la posibilidad de que los vecinos tengan a su alcance, como máximo en un cuarto de hora, todos los equipamientos que precisen para su bienestar. Ahora bien, ¿este concepto se puede aplicar a la ciudad de Madrid? ¿O la capital es ya una «ciudad de los 15 minutos»?

Un estudio encargado por el Ayuntamiento se decanta por la segunda opción. El análisis, liderado por el Área de Desarrollo Urbano que preside Mariano Fuentes (Cs), y realizado por la Dirección General de Planificación a lo largo de 18 meses, revela que nueve de cada diez habitantes (el 92,7%) aseguran vivir en un «Madrid del cuarto de hora». Tienen todo lo que necesitan en ese tiempo, con una excepción: su puesto de trabajo.

Según explicó Fuentes durante la presentación, en la que estuvo acompañado por la vicealcaldesa Begoña Villacís, «se ha utilizado una metodología que nos permite detectar exactamente las deficiencias para poder corregirlas desde el Área». De este modo, se ha tomado como referencia la isócrona de 15 minutos, teniendo en cuenta las calles y el trazado real por el que se camina (y no una línea recta sobre el mapa) y la velocidad media de personas de distintas edades: un recorrido de 1,2 km desde cada portal de la ciudad (154.800 portales residenciales).

Entre los resultados, destaca el hecho de que el 100 % de los habitantes de Madrid tiene un área estancial –plaza o zona verde– a 15 minutos, mientras que el 98,1% puede acceder a un parque urbano; el 99,8% tiene a un cuarto de hora caminando –o menos– bares, cafeterías o restaurantes, comercios alimentarios y no alimentarios –ropa y calzado, librerías, ferreterías, tintorerías, etc.– así como farmacias, peluquerías, bancos, correos y otros servicios de mensajería de última milla –transporte de paquetería centrada en el último trayecto que ha de realizarse en la entrega final–, consultorios de medicina general, clínicas odontológicas o centros veterinarios. Idéntico porcentaje al anterior es el de aquellos que cuentan con una parada de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), mientras que el 89% tiene a mano una estación de Metro. Además, un 97,8% tiene acceso al servicio de bicicletas compartidas.

En cuanto a las instalaciones deportivas, el 97,3% puede llegar a las mismas en cuarto de hora. Por otro lado, el 90 % accede en ese tiempo a centros públicos o concertados para todos los ciclos educativos, instalaciones deportivas municipales, academias y centros de formación no reglada, mientras que el 87,7% puede acudir a centros de salud y el 82% a un centro de día o residencia de mayores. Por último, con respecto al ocio, el 80,5% de los vecinos tienen cines, teatros, salas de espectáculo/discotecas y espacios de exposición y galerías de arte.

Con todo, existen diferencias por barrios. Algunos de los que quedarían fuera de este concepto son los nuevos barrios, los ensanches que no han finalizado la ejecución ni la implantación de equipamientos y servicios: los llamados Programa de Actuación Urbanística (PAU). Hay que añadir los barrios de muy baja densidad, concebidos bajo un modelo que no prioriza el entorno de proximidad (urbanizaciones como La Florida o Conde de Orgaz). Por último, estarían las localizaciones aisladas por barreras, sean naturales o infraestructuras. Así ocurre, por ejemplo, en la zona de Cuatro Vientos.

En términos de movilidad, el responsable municipal de urbanismo ha señalado que “la almendra central está perfectamente cubierta”, mientras que “las carencias se detectan en los barrios sin servicio de metro ni cercanías”, como Butarque, El Cañaveral, Rejas, la parte oriental de Barajas, Valdebebas, el Encinar de los Reyes, Fuentelarreina y Valdemarín-El Plantío.También ha hecho referencia a algunos enclaves, como el PAU de Carabanchel, Entrevías, Santa Eugenia, Valdebernardo o Aravaca, que dependen únicamente de una sola opción de movilidad, frecuentemente con un único acceso distante de las zonas periféricas del barrio, “y que sería necesario complementar con otras opciones”, según ha destacado.

Fuera de la M-30, las áreas más consolidadas (Puerta del Ángel, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Ciudad Lineal) y los centros históricos periféricos (Hortaleza, Villaverde Bajo y Vicálvaro) y otros enclaves como el barrio del Pilar o los Rosales tienen las características para funcionar como una ciudad en la que es posible hacer la mayor parte de desplazamientos cotidianos en ese cuarto de hora.