Sanidad
Madrid refuerza la vigilancia sanitaria con más de 500 análisis de peste porcina africana en explotaciones y monterías
El Gobierno regional mantiene bajo vigilancia a 16.000 ejemplares, intensifica el control cinegético y despliega apoyo técnico en Cataluña
La Comunidad de Madrid ha reforzado durante este año su sistema de vigilancia sanitaria frente a la Peste Porcina Africana (PPA), una enfermedad que, aunque no afecta a los seres humanos, exige un seguimiento minucioso para proteger tanto a las explotaciones ganaderas como al medio natural. En total, el Gobierno regional ha realizado 536 análisis en su laboratorio de sanidad animal, distribuidos entre 334 cerdos domésticos pertenecientes a las 54 explotaciones de la región y 202 jabalíes procedentes de monterías y controles cinegéticos. El objetivo es garantizar que la enfermedad no se introduzca ni se extienda en Madrid, en un momento en el que varias comunidades autónomas mantienen activados distintos dispositivos de contención.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha llamado a la “total tranquilidad” y subrayado que la situación está bajo control. “Se está monitorizando a los 16.000 ejemplares de las 54 explotaciones de este tipo en la región con los análisis pertinentes”, aseguró, antes de recordar que todas las pruebas realizadas han arrojado resultados negativos. El consejero insistió en que el virus “no se transmite a las personas ni por contacto con los animales ni por ingesta de productos derivados”, un mensaje clave para evitar alarmas innecesarias en el sector y entre los consumidores.
La Comunidad de Madrid ha decidido intensificar su colaboración con otras administraciones autonómicas para apoyar las labores de rastreo y retirada de fauna afectada. En esta línea, Madrid ha enviado un dispositivo de Agentes Forestales a Cataluña, que ya trabaja en el Parque Natural de Collserola, uno de los puntos en los que se están reforzando las actuaciones para contener la expansión del virus. Novillo destacó que esta cooperación demuestra la “colaboración total entre territorios” en un ámbito que exige coordinación y respuesta rápida.
El despliegue madrileño está integrado por un jefe de unidad, cuatro miembros de la Unidad Canina con cinco perros y dos agentes de apoyo. Su misión consiste en localizar ejemplares enfermos o fallecidos y proceder a su retirada para cortar cualquier posible cadena de transmisión. Permanecerán una semana sobre el terreno, aunque el plazo podría ampliarse si las autoridades catalanas lo consideran necesario. La presencia de equipos especializados y perros adiestrados facilita el rastreo en zonas de difícil acceso, donde la detección temprana de cadáveres es esencial para evitar contagios entre los animales silvestres.
En paralelo, la Consejería ha anunciado que la próxima semana mantendrá una reunión con la Federación Madrileña de Caza para revisar la situación y coordinar nuevas medidas. Entre ellas figura el refuerzo de la actividad cinegética, una herramienta que la Comunidad considera eficaz para controlar la superpoblación de jabalíes, especialmente en áreas periurbanas. Madrid ya ha ampliado el cupo de capturas y autoriza el uso de arco para profesionales, además de permitir visores térmicos en determinadas circunstancias y ofrecer asesoramiento técnico a los ayuntamientos implicados en esta emergencia sanitaria y ambiental.