Toros
Manzanares y Urdiales en el festival benéfico del domingo 30, en Chinchón
Los beneficios del festival solidario del domingo 30 de marzo irán a la Fundación Khanimambo, dedicada a proyectos educativos en Mozambique
La icónica plaza de Chinchón, emblema de la región, volverá a acoger su faceta taurina para albergar un festival benéfico, protagonizado por varias figuras del escalafón actual, como Diego Urdiales, José María Manzanares o el sevillano Pablo Aguado, acompañados por Borja Jiménez y la novillera Olga Casado. Así, el quinteto de diestros lidiará, a beneficio de la Fundación Khanimambo –dedicada a proyectos educativos en Mozambique–, cinco novillos de las ganaderías de Jandilla, Torrealta, Santiago Domecq, El Freixo y Juan Pedro Domecq, que también participan solidariamente facilitando sus reses de bravo. El festival con picadores, a las 17:00 horas del domingo 30 de marzo y con permiso de la climatología, estará amenizado por la Agrupación Musical Ciudad de Chinchón. Los precios van desde los 25 euros hasta los 60 euros, en barrera. El evento ha sido organizado por la empresa Tauro Luján, con la colaboración de la mencionada fundación y el consistorio local.
Desde la organización advierten de que «este evento extraordinario no supone una injerencia en el tradicional festival que celebra Chinchón en el mes de octubre y que este año se continuará celebrando en fechas tradicionales para proseguir con la leyenda del festival benéfico más antiguo del mundo». Además, este festejo supondrá el estreno del nuevo graderío de la plaza. Cada vez son menos las localidades que siguen apostando por celebrar la tauromaquia en las plazas locales, como comenzó hace siglos, más allá de los cosos construidos específicamente para su disciplina.
Como cuenta la propia fundación, en 2006, Alexia emprende un viaje por Mozambique, recorriendo el país de sur a norte y conociendo el trabajo de muchas ONG españolas. Durante este viaje, está muy en contacto con las dificultades de la población al mismo tiempo que entiende que, en cooperación, hay espacio para hacer las cosas de otra forma más colaborativa y algo más personalizada. Allí, en el poblado de Xai-Xai llevan ya 18 años dedicándose a proyectos educativos, de los cuales ahora mismo están activos tres. El Centro Muti es un centro de día por el que pasan centenares de niños, niñas y sus respectivas familias. Un centro que inauguraron en 2014 tras siete años de crecimiento exponencial. Ya que la primera casita de Khanimambo se les hizo pequeña para desarrollar toda su misión. A día de hoy, ya es toda una institución en la ciudad de Xai-Xai y en la provincia de Gaza. Es un lugar de referencia donde muchos niños, jóvenes y adultos obtienen la oportunidad de su vida. «Los que consiguen aprovecharla mejoran su calidad de vida, sin lugar a dudas» aseguran desde la fundación.
De forma paralela, trabajan en el proyecto Humbi Farm. Como su propio nombre anglosajón indica, se trata de una granja de 15 hectáreas cuyo objetivo es abastecer el Centro Munti con todo lo que necesite. Humbi es la respuesta a la demanda creciente del Centro Munti, una demanda de alimentación equilibrada, de recursos humanos, así como financieros. Según garantizan, «algún día esta granja será la mayor donante de Khanimambo y conseguiremos cerrar el ciclo. Para que la familia siga creciendo, necesitamos autosostenibilidad». Junto a la comunidad de Xai-Xai, es la única protagonista de su propio desarrollo, «agradeciendo a la tierra por todo lo que nos proporciona, cultivando, alimentando, produciendo y compartiendo. Este es el camino, aunque queda mucho por hacer».
El tercer proyecto se trata del desarrollo de una academia. «Mozambique necesita profesionales formados. Y muchos jóvenes de Khanimambo, tras su paso por el Ciclo-K, desean seguir estudiando». Por ese motivo, nacieron las Becas Xipfundo, gracias a las cuales muchos ahijados y ahijadas han conseguido completar su formación. La Academia Xipfundo da salida a esta necesidad creciente, ofreciendo la oportunidad de continuar formándose en un entorno académico donde el compromiso, la inspiración y el talento, lo son todo. En definitiva, es «una apuesta total de nuestros financiadores por la continuidad del proyecto y por el futuro de la comunidad de Xai-Xai. Por el futuro de Mozambique». Para ello, animan a la gente a convertirse en mentoras y mentores de algunos de estos jóvenes, para ofrecerles «el empujón definitivo» que necesitan, siguiendo muy de cerca su propio progreso.