Historia
El molino de chocolate que alumbró Hortaleza
Una pequeña localidad, hoy en día absorbida por Madrid, y donde ingenios industriales tuvieron un papel principal
Principios quieren las cosas. Y también las ciudades. Urbes como Madrid, que crece y crece, como se puede comprobar en los nuevos barrios del sureste, no lo hace solo en una dirección. También en este distrito que antes fue villa independiente: Hortaleza. Un municipio «desaparecido» de España, que hoy en día pertenece a la ciudad de Madrid. El decreto de aquello se aprobó, por anexión, el 22 de julio de 1949. El municipio fue finalmente incorporado a Madrid el 31 de marzo de 1950. Hoy es otro distrito de la capital que ha dejado muy atrás aquellos 700 habitantes que tenía hace pocos decenios para alcanzar casi las 200.000 personas en sus distintos barrios.
Respecto a su denominación, no existe acuerdo en la referencia al nombre de Hortaleza. Parece ser que le viene de las abundantes hortalizas que se producían en la zona, aunque en las llamadas «Relaciones de Felipe II» se especifica que los principales productos agrícolas del antiguo pueblo de Hortaleza eran los cereales. Un cierto desconcierto podríamos atisbar en todo ellos sino fuera por que los historiadores y lingüistas han venido al rescate con una nueva interpretación o explicación. Apuntan que el nombre puede ser derivación de la palabra «fortaleza», aunque no se han conservado vestigios de construcciones de este tipo. Así, a finales del siglo XVI Hortaleza pasó a la Jurisdicción de la villa de Madrid, limitada al este, por la villa de Barajas; la de Canillas al sur; Chamartín al oeste; y Alcobendas al norte. Por estas fechas, Hortaleza contaba con una población de 96 vecinos escasos, cosechas pobres debido a la mala calidad de la tierra estaban tras su condición paupérrima. Por ello, los habitantes tenían que recurrir a fuentes de ingresos extraordinarios, como cocer pan o lavar ropa ajena.
El aspecto del pueblo era lamentable. Se caracterizaba por una tierra de baja calidad, la existencia de pequeños huertos, pastos y bosques. El pueblo no tenía edificaciones importantes, y las casas grandes eran de adobe y tapial, su estructura era de madera fundamentalmente pino, y los tejados de teja de arcilla, materiales todos que compraban en Madrid.
Del siglo XVII no hay datos, pero todo hace suponer que se produce un descenso de población, que sigue la tónica general que se produjo en todo el país. Efectivamente, en 1725, ya bien entrado el siglo XVIII, la población registrada era de 54 vecinos. La emigración a la búsqueda de unas mejores condiciones de vida marcaron al municipio.
Después de bajar, tocaba subir. Será en el siglo XVIII cuanto Hortaleza inicie su desarrollo. La población va aumentando considerablemente a causa de la inmigración, el número de vecinos aumentará a 160 a finales de siglo. Por otro lado, se incrementa la superficie de terreno destinado a cultivos aunque siguen dominando las producciones de cereales pero ya se ven algunas vides, aunque no de mucha importancia. En 1756 en el Catastro del Marqués de la Ensenada existen 7,5 hectáreas dedicadas a huertos. Con todo, la cosa cambia de manera más significativa en el siglo XIX. Todo ello se debe a la aparición de una incipiente industrialización derivada de la agricultura: la elaboración del pan y la fabricación de vinos y aguardientes. Punto y aparte, al pueblo le marca la existencia de un Molino de Chocolate en Hortaleza. De Corias, en Asturias, a Trives en Galicia, y muchos más lugares, se dataron molinos de chocolate. También en Hortaleza. Una industria que tuvo mucho que ver en la riqueza del municipio. Y hasta hoy, en que Madrid aumentó de manera sustancial con la inmigración y acabará absorbiendo estos pequeños pueblos. Nada que ver con aquel Hortaleza de 1960 que ahora ha ligado su suerte a Madrid.
✕
Accede a tu cuenta para comentar