Académico

"Una nota alta en el MIR no garantiza ser mejor"

Alfonso Gotor, estudiante de la Complutense, es la segunda mejor nota de la prueba de acceso

Alfonso Gotor Rivera, médico y número dos en el MIR.
Alfonso Gotor Rivera, médico y número dos en el MIR. Jesús G. FeriaLa Razón

En España, en 2024, se sometieron al examen del MIR para seleccionar una especialidad de medicina 13.990 personas. De ellos, 8.772 aseguraron plazas, resaltando la excelencia académica de la Comunidad de Madrid. Dos jóvenes madrileños, Noelia García y Alfonso Gotor, destacaron al obtener las puntuaciones más altas en el examen realizado el pasado 20 de enero.

Noelia García, natural de San Sebastián de los Reyes y estudiante de la Universidad Autónoma, alcanzó el primer puesto del MIR al errar solo 10 preguntas de 200, la mejor puntuación en lo que va de siglo XXI. Por otro lado, Alfonso Gotor, natural de Pozuelo y estudiante de la Universidad Complutense, obtuvo la segunda mejor nota. Ambos sobrepasaron las expectativas consolidando a Madrid como la comunidad referente en el sector de la medicina.

Alfonso recuerda cómo la influencia de sus padres, médicos ambos, y su interés por la medicina desde joven lo motivaron a elegir esta carrera. “Mis dos padres son médicos. En mi casa siempre se ha hablado bastante de medicina. Me viene de familia”. El comienzo universitario “no fue malo, pero tampoco bueno”. Como casi todos los estudiantes, sintió que en los primeros años de carrera consistía más en aprender cosas teóricas que en realizar prácticas. A pesar de esto, siempre supo que su vida pasaba por la medicina, y siete años después y muchas horas de estudio le han dado la razón.

Su preparación para el MIR comenzó en septiembre de 2023, después de completar su sexto año de carrera. Adoptó una rutina estricta de estudio, dedicando unas 10 horas diarias a la preparación del examen, con momentos de relajación practicando deporte o viendo series. “Yo me encerraba en mi habitación. Me dedicaba al MIR en cuerpo y alma. Entre semana estudiaba unas 10 horas al día y tenía algún momento de relax haciendo deporte o viendo una serie”.

Durante este período, enfrentó momentos de estrés y ansiedad, comunes entre los estudiantes debido al alto nivel y la competencia. Sin embargo, el apoyo de sus padres y amigos lo impulsaron a seguir adelante. “Mis amigos y mis padres siempre han estado ahí para que no me rindiera. Han sido mis grandes apoyos en el MIR y en la carrera”, señala.

Alfonso Gotor, a pesar de su destacada puntuación de 187 aciertos y solo 13 fallos en el examen del MIR, confiesa que no salió convencido el día que lo realizó. Experimentó una sensación extraña: “Ni feliz, ni contento”. En sus simulacros de exámenes previos, “nunca había alcanzado una nota tan alta”, lo que lo llevó a sorprenderse y a no creerlo cuando se publicaron los resultados. “El hecho de que los dos primeros números de la lista seamos de Madrid habla muy bien de las grandes oportunidades que hay en esta comunidad y del nivel de las universidades públicas que tenemos aquí”, afirma cuando le pregunta por lo que han logrado junto a Noelia.

En cuanto a la clave de su éxito, admite no tener una “fórmula precisa”. Sin embargo, resalta la importancia de “mantener una rutina organizada, ser constante y priorizar un descanso de calidad sobre la cantidad de horas de estudio”. Considera su posición como el segundo en la lista del MIR como una “ventaja para elegir antes que otros”, sin atribuirle mayor significado. “El número 2 no tiene mayor valor que el número 6.000 si al final cada uno hemos entrado en la especialidad que queremos. El éxito es hacer lo que nos haga felices y no el número de orden para poder elegir la especialidad. Además, nunca he visto a un paciente que entre a una consulta y que pregunte al médico cuál era su número en la lista del MIR”.

Con respecto a la elección de su especialidad, Alfonso se debate entre tres opciones: Hematología, Reumatología y Dermatología. La sangre, las articulaciones o la piel. Tiene de plazo hasta finales de marzo o principios de abril para decidirse y aunque prefiere quedarse en Madrid, no descarta otras ubicaciones, ya que reconoce que hay “grande centro hospitalarios en toda España”. Para decantarse por cualquiera de las tres especialidades, iniciará contactos dentro de poco con los hospitales y médicos especialistas en las áreas que le interesan, buscando una especialidad que le permita tanto “diagnosticar enfermedades como investigar”. Sus dos pasiones.

Reflexionando sobre su logro y el esfuerzo que ha hecho para conseguirlo, recibe el apoyo de sus padres, quienes le aseguran que “no debería haberse preocupado tanto”. En el futuro, aspira a un trabajo “dinámico” que le permita “aprender constantemente” y “ayudar a las personas que acudan a él” en busca de soluciones médicas. Además, aspira a “contribuir al avance del conocimiento médico”, buscando una realización más profunda en su carrera profesional.