Urbanismo

De Villa Olímpica en Madrid a primer gran barrio de innovación

Ubicado entre Coslada y Vicálvaro, conocemos el futuro de Nueva Centralidad del Este, el último distrito disponible y más cercano al centro de la ciudad

La Nueva Centralidad del Este crece con fuerza en Madrid
La Nueva Centralidad del Este crece con fuerza en MadridNCE

El último barrio libre más cercano al centro de la ciudad ya tiene marcado su futuro. Inspirado en otros casos de éxito internacionales como el Miami Innovation District, One North Development en Singapur, The Urban Tech Republic en Berlín o el Praille Acacias Vernet en Ginebra, este nuevo distrito comenzará a construirse en seis años. Conocido como la Nueva Centralidad del Este, este nuevo barrio cuenta con 5,5 millones de metros cuadrados, una superficie ligeramente superior a todo el distrito Centro de Madrid, que el Plan General de Ordenación Urbana, aprobado en 1997, clasificó como suelo urbanizable no programado. Está ubicado entre los distritos de San Blas-Canillejas, Barajas, Vicálvaro y el municipio de Coslada, es el límite territorial de la ciudad por el este y linda con la nueva Ciudad Deportiva que está construyendo el Atlético de Madrid en los alrededores de su estadio, el Civitas Metropolitano. Una zona ya consolidada con todas las infraestructuras ya construidas y cruciales para su urbanización.

Estos terrenos, se idearon para ubicar la Villa Olímpica si Madrid hubiese acogido este evento deportivo, pero ninguna de las candidaturas presentadas desde mediados del siglo XX hasta entrados los 2000 fueron seleccionadas. Finalmente, en 2014, el Consistorio madrileño desistió y comenzó los primeros trámites para desarrollarlos y convertirlos en un nuevo barrio. «Nos sentamos con el Ayuntamiento de Madrid para ver qué era lo que necesitaba la ciudad. Planificar lo que queríamos hacer y cómo lo queríamos hacer. Se trataba de un lienzo en blanco, no tenemos ninguna problemática urbanística», explica Alfredo Zulueta, presidente de Nueva Centralidad del Este. El resultado de diversos de los distintos estudios, basados en datos estadísticos, fueron «clamorosos». Madrid necesitaba más vivienda. «Conocimos que el municipio de Madrid necesitaba 18.000 viviendas al año para cubrir la demanda en base a su crecimiento y es muy probable, que en los próximos años estemos cortos por la escasez de suelos disponibles». En base a eso, tomaron la decisión de destinar el 70% del terreno para vivienda y el 30% a actividades económicas.

«También descubrimos que tanto la ciudad como el municipio de Madrid, no contaban con un área tecnológica, pensada específicamente para empresas, instituciones o universidades con un alto componente tecnológico», explica Zulueta. La creación de este campus tecnológico, evitaría que el talento con el que cuenta la ciudad se vaya a otras comunidades y atraería nuevo talento. Hasta ahora, existen pequeñas áreas en la ciudad pero no existe un espacio en el centro de la ciudad, diseñado y dedicado exclusivamente a este. Otro aspecto que han incorporado a este campus tecnológico es el proyecto del Bosque Metropolitano, desarrollado durante la pasada legislatura. «Por ello, hemos cambiado el concepto de parque tecnológico a campus, queremos que el bosque vertebre el ámbito y mezclar esas zonas verdes con los edificios tecnológicos que construiremos», sostiene.

Primer gran barrio de innovación

La pasada legislatura, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid, aprobaron estenuevo proyecto que tiene como principal objetivo, el impulsar y potenciar el primer gran barrio de innovación en la capital apalancado sobre los ejes de la innovación, las Smart Cities, las startups, IoT, Smart Mobility o la actividad económica 4.0. Además de vertebrar Madrid en el noreste de la capital, este nuevo barrio busca mejorar la calidad de vida de las personas y de la ciudad y por otro lado, apuesta por un desarrollo sostenible y un urbanismo planificado en el siglo XXI que den respuestas a las necesidades sociales y de vivienda y sostenibilidad en el marco de la ciudad de los 15 minutos.

Tradicionalmente Madrid ha ido creciendo y se ha ido planificando según las necesidades de cada momento, lo que ha favorecido que los grandes sectores urbanos con mayor actividad económica y residencial sean aquellos donde se agrupan las mayores rentas de la ciudad. Estos sectores se ubican principalmente en la mitad Norte del municipio y dentro de la Almendra Central. Es decir, el empleo se concentra al Norte de la ciudad y los nuevos desarrollos residenciales en el Sur, lo que provoca una movilidad desde los distritos del Sur a los de la Almendra Central y Norte.

Por esto, consideraron que este nuevo proyecto era el momento perfecto para repensar el urbanismo del siglo XXI. «No solo queremos ser un ámbito referente por el tipo de usos también desde el punto de vista de técnica urbanística. Queremos ser muy innovadores, que el proyecto en sí lo sea». En este sentido, el plan es huir de las grandes manzanas –tan características en las construcciones de los últimos años-, concentrar volúmenes, coger altura y liberar mucho espacio para zonas verdes. «Debemos evitar que la gente se vea obligada a coger el coche para ir a comprar el pan, para tomar un café o comprar el periódico, que puedan hacerlo andando». También que tengan disponible una parada de metro a cinco minutos. «Estamos tratando de trabajar desde todos los puntos de vista, también desde el logístico y climático, para optimizar y proveer de calor y frio desde una única planta».

Respecto al precio de estas viviendas, un tema tan controvertido y de actualidad en la capital, es complicado estimar cual podría ser en seis años por lo cambiante que es el mercado. «También lo es por el tipo de vivienda que se está demandando. Hace unos años hablábamos de viviendas de dos o tres dormitorios, ahora estamos hablando de viviendas más pequeñas y orientadas a otro target. Tendremos que esperar para saber que vivienda son necesarias en ese momento». Es esta la flexibilidad la premisa que ha caracterizado este proyecto.