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Yaël Belicha: «Si las ‘kellys‘ fueran hombres su trabajo sería más justo»

La actriz interpreta a Mapi, la gobernanta de un hotel en Las Invisibles, una serie que muestra lo que hay detrás de esta profesión

Entrevista con la actriz Yael Belicha. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 23 06 2023
Yael Belicha, actiz. © Alberto R. Roldán / Diario La RazónAlberto R. RoldánFotógrafos

Yaël Belicha (Madrid, 1972) de pequeña quería ser payasa y astronauta. Finalmente, acabó dedicándose a la interpretación, con lo que cree que ha conseguido una mezcla de ambas. Hoy, ha formado parte de películas como El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, y Kiki, el amor se hace, de Paco León, y es una cara habitual de la pequeña pantalla gracias a series como como Física o Química, Los Protegidos, Homicidios, El don de Alba, The Avatars, Vota Juan, Apaches o Mar de Plástico. Precisamente estaba en Pamplona rodando uno de sus últimos proyectos, la serie americana Vampire Academy, cuando recibió la llamada que la llevaría a participar en Las Invisibles (SkyShowtime), una «dramedia» que se centra en el mundo de las camareras de piso de los hoteles. En cuanto se enteró, salió corriendo a hablar con la gobernanta del hotel donde estaba para tener, de primera mano, experiencias que le sirvieran para encarnar a su personaje, Mapi.

«Fue muy bonito porque el primer día que hicimos la lectura fue un ocho de marzo, y éramos, salvo el director, todo mujeres muy diversas. Mujeres que, a través de sus personajes, muestran parte de una realidad en la que el espectador se puede identificar. Trabajan, tienen problemas, no son el prototipo de ser mujer perfecta», explica Belicha a este periódico. La serie, dice, pone en la pantalla la realidad de una profesión «muy invisible pero que, a la vez, sostiene el turismo de este país, que es tan importante». «Sin ellas no se sostiene que un hotel esté en marcha, y es una profesión realmente dura, pero lo bonito que tiene es que ves cómo se apoyan las unas a las otras, los conflictos, la sororidad, cómo cuentan las unas con las otras», explica. «No puedes evitar tener una medio sonrisa cuando la estás viendo», dice. Una tímida sonrisa que, en determinados puntos, puede tornarse incluso en carcajada. «En la serie se juega también con el humor, y es algo que para mí es importante porque es importante también retratar esa dualidad que tiene la vida», ya que «en los grandes dramas también aparece lo cómico, porque es la manera que tiene el ser humano de sobrellevar muchas cosas. El humor nos salva».

A pesar de esto, no deja de ser crítica con las situaciones laborales que deben enfrentar estas trabajadoras, «porque es un sector mayoritariamente femenino». «Bajo mucha presión por terminar pronto, deben hacer movimientos muy repetitivos para cambiar sábanas, agacharse, limpiar... Arreglar lo que otros han dejado», explica. «No es raro que tengan que tomar analgésicos para trabajar», añade. «Hace un tiempo hubo todo un movimiento de las ‘kellys‘, y ahora creo que si ese gremio hubiera sido mayoritariamente masculino haría ya mucho que tendría una regulación más justa», asegura. En este sentido, lamenta que «no nos damos cuenta de lo poco que valoramos trabajos que nos sostienen como país». Algo parecido, señala, ocurrió con la pandemia, donde quedó manifiesta la importancia de todos esos trabajos que ofrecen un servicio silencioso pero fundamental. «Yo pensaba que íbamos a salir mejores, más reconciliados los unos con los otros, pero realmente creo que no ha sido así, creo que nos hemos vuelto muy agresivos».

Sin embargo, este no fue el ambiente que encontró en el rodaje de Las Invisibles. Todo lo contrario. «Somos mujeres muy diferentes entre nosotras, pero no hemos podido evitar hacer piña», explica. Han encontrado, además, una sensibilidad especial a la hora de retratar todo lo que pasa por la vida de estas mujeres. «Desde el tener un amante a un momento en el que se supone que la mujer ya no está en edad, hasta la menopausia, que sigue siendo un tema muy tabú, que es algo a lo que me gustaría dar voz». De hecho, aunque es consciente de que «las chicas jóvenes hablan ahora de la regla con toda naturalidad», la menopausia «sigue siendo algo que no se menciona a pesar de los enormes cambios físicos y psicológicos que trae consigo». Es importante, cree, que las mujeres «hablemos sobre ello, porque es una parte natural de nuestra vida».

Proyectos antiguos y nuevos

Yaël Belicha no para. Es una auténtica todoterreno. Vive en Madrid, pero ha pasado, en los últimos meses, por rodajes en Pamplona y Barcelona. «Es complicado, pero son proyectos tan bonitos y los disfruto tanto que merece la pena estar hasta arriba», reconoce. Ahora está en pleno rodaje de una película, dirigida por Mar Olid llamada El otro barrio. «Es un reparto bastante coral», añade. De hecho, en esta película, Belicha comparte reparto con los actores Quim Gutiérrez y Sara Sálamo. Además, acompaña toda esta actividad ante la cámara con su escuela de teatro para niños y jóvenes, On Set, en la que acompaña a los más jóvenes en esos primeros pasos en el mundo de la interpretación.