Medio ambiente
Entrevista a Carlos Duarte: «El pulmón del planeta somos nosotros»
Cuando el biólogo Carlos Duarte y el arquitecto William McDonough hablan de la economía circular del carbono, lo que persiguen es que aprendamos a gestionar adecuadamente las riquezas del planeta y huir de la bancarrota… el cambio climático.
No es la primera vez que me siento frente a Carlos Duarte. Este ecólogo marino, especializado en el estudio del cambio climático, es titular de la Cátedra de Investigación en Ecología del Mar Rojo en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, un apasionado de los océanos y que está a un paso de respirar con branquias. Y cada vez que lo entrevisto es distinto, aprendo algo nuevo y mantiene la misma coherencia. Como el mar.
«Es un error decir que los océanos proporcionan una de cada dos moléculas de oxígeno que respiramos –se lanza de lleno Duarte –, no tiene una base científica. Los océanos y la tierra se mueven en un círculo cerrado, como el de los pulmones, que toman oxígeno y liberan CO2. Los océanos absorben dióxido de carbono de la atmósfera para hacer la fotosíntesis y la tierra también. Así, el sistema está en un equilibrio de suma cero. Nosotros y toda la biología del planeta, formamos parte de este sistema al respirar. Somos nosotros también el pulmón del planeta… para nuestros pulmones».
Perfecto, somos parte del planeta. Está claro, pero, ¿cómo vinculamos la economía circular del carbono con el mar, que es el proyecto en común con McDonough? «Si el 80% de la población mundial vive en ciudades y el 80% de las grandes urbes están en el océano o en grandes cuerpos de agua, obviamente es todo uno: somos gente de mar –explica Duarte–. Y para resolver esto tenemos que cambiar todo el entorno en el que operamos. Necesitamos restaurar la abundancia que hemos agotado en los mares y en la tierra y, en parte, dejar de diferenciar entre ambos. Hemos perdido el 50% de los bosques tanto de la tierra como del océano. Necesitamos reconstruir la abundancia biológica de los océanos. Las ballenas, por ejemplo, cumplen una función similar a la de los elefantes en tierra, que mantienen los ciclos biológicos en funcionamiento. La ventaja es que en los océanos será más fácil, pues la pérdida es menor. Incluso en términos de especies, solo hay alrededor de 15 extinciones documentadas, aunque muchos cientos en la tierra».
La economía del carbono
Entonces, ¿qué podemos hacer en esta economía los ciudadanos de a pie? ¿Cuál es la estrategia? «Necesitamos duplicar la abundancia de vida en los océanos – añade Duarte –, desde manglares hasta marismas para salvar nuestros bosques, aves marinas, ballenas… Necesitamos duplicar la abundancia de vida que agotamos. Tenemos que tener claro que no podemos escapar de este ciclo y que, al formar parte de él, debemos incrustarnos en el mismo. Nuestros propios procesos deben inspirarse en cómo funciona la naturaleza». McDonough mencionó que las tecnologías necesarias para llevar a cabo la economía circular del carbono existen… ¿cuáles son y por qué no las hemos usado antes? «Ya existen tecnologías de captura de carbono –apunta Duarte– y muchas tecnologías nuevas utilizadas para aumentar la eficiencia de los sistemas de energía, pero no se han implementado por el precio. Y esto es un problema porque si no se implementan, nunca se benefician de la curva de aprendizaje, no serán más eficientes y más económicas. El precio de los paneles solares ha descendido porque se ha ensayado con ellos. Muchos dispositivos de captura de CO2 ya funcionan en edificios y han demostrado mejorar la calidad del aire y la vida de sus habitantes. Ahora falta una mayor implementación para capturar CO2 a gran escala y también en menores concentraciones, por ejemplo en hogares. Cuando se comience a implementar –prosigue– descenderá su precio, pero también los gastos sanitarios, de infraestructura, y eso va a generar riqueza en otros sectores…». La economía circular nuevamente.
✕
Accede a tu cuenta para comentar