Verde

Una apuesta por la biodiversidad para bajar 1o la temperatura

El proyecto Living Formentera prevé plantar 500.000 árboles y recuperar cultivos propios para preservar el entorno de la isla

Vista panorámica del litoral en Cap de Barbaria, en la isla de Formentera
Vista panorámica del litoral en Cap de Barbaria, en la isla de Formentera Dreamstime

La biodiversidad es la defensa natural más poderosa frente al cambio climático. Según Naciones Unidas, mejorar la capacidad de la naturaleza para absorber CO2 en la próxima década podría lograr la necesaria reducción de alrededor de un tercio de gases de efecto invernadero. También desempeña un papel fundamental en la adaptación y mitigación de los impactos del cambio climático, especialmente en las ciudades, donde vive la mayor parte de la población mundial y donde esta seguirá creciendo en el futuro.

Sin embargo, debido a la rápida expansión urbana, la biodiversidad en las ciudades está sufriendo un importante retroceso. Tendencia que pone en riesgo, además de los ecosistemas locales, los servicios esenciales que prestan: purificación del aire, polinización y regulación del clima.

Esta circunstancia, más una alta actividad turística y un entorno de cambio climático, compromete la propia viabilidad y sostenibilidad a largo plazo de muchos destinos turísticos en todo el mundo. Situación relevante en las islas, con numerosos desafíos e impactos ambientales con riesgos específicos para su biodiversidad, bienestar social y desarrollo económico.

Entre las islas del Mediterráneo, Formentera es reconocida por su biodiversidad y sus paisajes, lo que la convierte en un destino turístico de primer orden y un tesoro de patrimonio natural. De hecho, alberga una gran concentración de especies endémicas.

Así, y aunque el turismo ha aportado crecimiento económico a la isla, también plantea serios riesgos ambientales, como la pérdida de biodiversidad, el estrés hídrico y un mayor riesgo de desertificación. Combinado con la intensificación del cambio climático, este frágil ecosistema está al límite.

Living Formentera

En este contexto nace la iniciativa Living Formentera, un proyecto que plantea un horizonte de reducción de la temperatura de la isla al menos 1° C - 2° y 3° C en zonas urbanizadas-, regenerar el suelo y mejorar la retención de agua en el 10% del territorio insular; embellecer el paisaje recuperando cultivos tradicionales; promover una movilidad sostenible; aumentar en un 10% la absorción de CO2 y otros contaminantes, y mitigar los riesgos de incendios forestales.

El objetivo final de Living Formentera es convertir la isla en líder mundial del turismo sostenible mediante una inversión estratégica en biodiversidad y recuperación de tradiciones perdidas en la isla.

Impulsado por la Fundación Baleària y Conservation Collective, ha sido presentado esta semana. En el acto, el presidente de Baleària, Adolfo Utor, incidió en que «Formentera es mucho más que un destino: es un modelo único de conservación. Este proyecto, alineado con nuestros valores, nos brinda la oportunidad de contribuir activamente a la recuperación de su biodiversidad, además de concienciar a residentes y visitantes sobre la importancia de mantener y preservar este entorno único con proyectos público-privados».

Por su parte el presidente de Nature & People Foundation, Juan Costa, destacó que «la economía global no crecerá si no empezamos a invertir ya en biodiversidad. Ha llegado el momento de repensar el progreso y recuperar todas aquellas actividades tradicionales que contribuían a la preservación de la biodiversidad y la sostenibilidad».

Situación, objetivos y camino

El estudio integral de la situación de su biodiversidad ha revelado que la isla cuenta actualmente con unos dos millones de árboles y 30 de arbustos, que dan una cobertura arbórea del 19 % de la isla, reducida a un10% en áreas urbanas. De hecho, las áreas forestales se concentran en zonas remotas como La Mola y Cap de Barbaria. Además, la isla apenas conserva el 42% de su vegetación primaria y muchos cultivos tradicionales se han perdido. Por todo ello, el efecto enfriamiento que presta la vegetación es un 1° C menor que en otras islas baleares.

La propuesta de Living Formentera plantea objetivos ambiciosos, pero alcanzables. Mitigar estos aspectos negativos, reducir el efecto isla de calor y proteger e incrementar su biodiversidad requeriría aumentar la vegetación con 475.000 árboles autóctonos y 1.000 arbustos, y reintroducir cultivos tradicionales y autóctonos de Formentera.

Llevar a cabo Living Formentera supone una inversión de alrededor de 20 millones de euros. A cambio, los beneficios ecosistémicos generados se calculan en hasta 90 millones de euros anuales, una vez que la vegetación alcance un cierto desarrollo. Los análisis preliminares apuntan que por cada euro invertido en la isla se obtendrá un retorno de más de 50 euros.

El plan propone un mecanismo innovador: la creación de créditos de biodiversidad urbana (UBC) utilizando el Urban Biodiversity Standard (UBS) desarrollado por Nature & People Foundation. Formentera será la primera isla en poner a prueba esta iniciativa novedosa con la que se pretende implicar al sector privado en la estrategia de repoblación.