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Medio Ambiente

Cuidar de la biodiversidad para proteger nuestra salud

SUEZ forma parte de los más de 150 grupos empresariales que abogan por una reconstrucción económica basada en planes ecológicos sostenibles

Arrozal del Delta del Ebro
Arrozal del Delta del Ebrolarazon

La naturaleza tiene un mensaje para nosotros y cada vez es más urgente que le prestemos atención: la salud de las personas depende de la salud del planeta. La actividad humana ha reducido en un 30% la riqueza de hábitats terrestres y marinos, que es la causa principal de la pérdida de biodiversidad, y el calentamiento global está agravando esta situación. La vida depende de que sepamos sumar fuerzas y cuidar de nuestro entorno, como hacen en todo el mundo miles de microorganismos colaborativos que participan en una simbiosis perfecta en la que todos ganan.

Proteger la biodiversidad es una necesidad para preservar la salud del planeta y, por tanto, la de los seres humanos y la del resto de especies que lo habitamos.

El Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, día 5 de junio, pone el foco este año en hacer un llamamiento para que seamos conscientes de la correlación entre cambio climático, biodiversidad y salud. La actual pandemia, y los episodios climáticos extremos que hemos vivido recientemente, son claros ejemplos de que es el momento de actuar. Está en juego la supervivencia del mundo que conocemos.

Los ecosistemas sanos, en los que hay una gran diversidad, favorecen un equilibrio entre las especies, evitando el predominio de una de ellas y dificultando la propagación de agentes patógenos como los virus. Además, cuidar de la biodiversidad permite que las especies salvajes sigan en su hábitat y no tengan necesidad de entrar en las áreas de actividad humana. Por contra, en los ecosistemas degradados es más fácil que un virus infecte a muchos individuos de una especie y, debido a la proximidad con la actividad humana, acabe llegando a las personas.

AMENAZAS

Alrededor de un millón de especies animales y vegetales, de las ocho millones que existen en el planeta, pueden desaparecer en los próximos diez años, según Naciones Unidas. Desde los años setenta no ha dejado de aumentar la producción agrícola y pesquera, así como la extracción de materias primas, al tiempo que disminuía la capacidad de la tierra para recuperarse. La deforestación y el agotamiento de los bancos pesqueros son dos ejemplos de esa sobrexplotación. Todo ello tiene consecuencias nefastas en la riqueza y la variedad variedad de los ecosistemas. España es el país de Europa con mayor porcentaje de especies amenazadas. Se trata de un desafío que obliga a todos a asumir su parte de responsabilidad, tanto a los ciudadanos, a las administraciones como a las empresas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la hoja de ruta para hacer frente al cambio climático y reducir la desigualdad en el planeta, destacan en su número 15 la importancia de gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertización, detener la degradación de las tierras y hacer frente a la pérdida de biodiversidad.

MODELO DE DESARROLLO

El agua, elemento esencial e indispensable para la vida, es fundamental en este propósito. SUEZ, firmemente comprometido a nivel global contra el cambio climático y en favor de la protección del patrimonio natural, impulsa un nuevo modelo de desarrollo basado en la economía circular y en la innovación para anticiparse a las exigencias del futuro. Su gran vocación es ayudar a los ciudadanos, a las administraciones y a la industria a realizar una transición ambiental que permita mejorar de manera sostenible el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes.

En este contexto, y con el ánimo de contribuir a superar la actual pandemia del coronavirus y abordar el cambio climático, SUEZ ha firmado –junto con más de 150 grupos empresariales– una declaración conjunta dirigida a gobiernos y líderes políticos