Medioambiente
La AIE pronostica la llegada de la "Era de la Electricidad"
La Agencia Internacional de la Energía considera que en los próximos años el mundo se adentrará en la 'Era de la Electricidad' y anticipa una energía más barata por el auge de las renovables y el excedente de combustibles fósiles
El mundo está a punto de adentrarse en los próximos años en un nuevo contexto de mercado energético, que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) denomina la "Era de la Electricidad", marcado una oferta relativamente abundante de múltiples combustibles y tecnologías, incluyendo un exceso de combustibles fósiles, junto al aumento de la capacidad de fabricación de tecnologías de energía limpia, lo que se traducirá en bajadas de los precios.
En su informe anual 'Perspectiva Energética Mundial 2024', la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) proyecta que, sobre la base de las políticas actuales, las fuentes de bajas emisiones generarán más de la mitad de la electricidad mundial antes de 2030, mientras que la demanda de carbón, petróleo y gas alcanzará su punto máximo a finales de la década.
En este sentido, destaca que la energía limpia está ingresando al sistema energético "a un ritmo sin precedentes", aunque reconoce que su implementación está lejos de ser uniforme en todas las tecnologías y mercados.
Era de la electricidad
De tal modo, la AIE señala que el consumo de electricidad ha crecido al doble del ritmo de la demanda energética total durante la última década y pronostica que el crecimiento de la demanda mundial de electricidad se acelerará aún más en los próximos años, sumando el equivalente a la demanda japonesa al uso mundial de electricidad cada año en un escenario basado en las políticas actuales, que aumentaría aún más rápidamente en escenarios que cumplan con los objetivos nacionales y mundiales para lograr emisiones netas cero.
"El futuro del sistema energético mundial es eléctrico, y ahora es visible para todos", asegura Fatih Birol, director de la AIE, que ademas esta convencido de que, "en la segunda mitad de esta década", la perspectiva de suministros más abundantes, o incluso excedentes, de petróleo y gas natural, dependiendo de cómo evolucionen las tensiones geopolíticas, desembocarán en un mundo energético muy diferente del de la crisis energética mundial en los últimos años.
Birol añade que esto "implica una presión a la baja sobre los precios, lo que brinda cierto alivio a los consumidores que se han visto duramente afectados por los picos de precios". Además, "El respiro de las presiones de los precios de los combustibles puede brindar a los responsables de las políticas, espacio para concentrarse en intensificar las inversiones en transiciones de energía limpia y eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles", subraya.
"En la historia de la energía, hemos sido testigos de la 'Era del Carbón' y la 'Era del Petróleo', y ahora estamos avanzando a gran velocidad hacia la 'Era de la Electricidad', que definirá el sistema energético mundial en el futuro y se basará cada vez más en fuentes de electricidad limpias", en opinión de Birol.
En cualquier caso, "Ya sea la inversión, la demanda de combustibles fósiles, el consumo de electricidad, el despliegue de energías renovables, el mercado de vehículos eléctricos o la fabricación de tecnología limpia, ahora nos encontramos en un mundo en el que casi todas las historias energéticas son esencialmente una historia de China. Solo un ejemplo: la expansión solar de China avanza a tal ritmo que, a principios de la década de 2030, en menos de 10 años, la generación de energía solar de China por sí sola podría superar la demanda total de electricidad de los Estados Unidos en la actualidad".
Inversiones
Para que la energía limpia crezca al mismo ritmo que la demanda mundial de electricidad, la AIE aconseja invertir más más en nuevos sistemas energéticos, especialmente en redes eléctricas y almacenamiento de energía.
Hoy, por cada euro gastado en energía renovable, se destinan 60 céntimos en redes y almacenamiento, lo que pone de relieve que la infraestructura de apoyo esencial no sigue el ritmo de las transiciones hacia la energía limpia.
"La descarbonización segura del sector eléctrico requiere que la inversión en redes y almacenamiento aumente incluso más rápidamente que la generación limpia", recomienda el informe. Asimismo, el estudio advierte de que muchos sistemas eléctricos son actualmente vulnerables a un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, lo que hace que sea más importante reforzar su resiliencia y seguridad digital.
A pesar del impulso a la transición hacia la energía limpia, la AIE apunta que el mundo todavía está muy lejos de una trayectoria alineada con sus objetivos de cero emisiones netas y estima que, sobre la base de las políticas actuales, las emisiones globales de CO2 alcanzarán su máximo de manera inminente, pero la ausencia de una disminución pronunciada después significa que el mundo está en camino de un aumento promedio de 2,4°C en la temperatura global para final de siglo, muy por encima del objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
Por último, el informe destaca que la falta de acceso a la energía sigue siendo la inequidad más fundamental del sistema energético actual: 750 millones de personas (principalmente en el África subsahariana) no tienen acceso a la electricidad y más de 2.000 millones carecen de combustibles limpios para cocinar.
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