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Verde

Europa amonesta a España por sus vertederos

En solo dos meses las autoridades de la UE han llamado la atención al país por sus vertidos ilegales y la falta de tratamiento de sus basuras. Estamos lejos del objetivo comunitario de llevar a vertedero solo el 10% de los residuos (tiramos más del 46%), mientras en países como Suecia se genera electricidad con ellos o se reciclan

FILE- In this Oct. 17, 2014, file photo, a thick blanket of smoke is seen against the setting sun as young ragpickers search for reusable material at a garbage dump in New Delhi, India. India launched the Air Quality Index Friday to measure air quality across the nation that is home to some of the most polluted cities in the world. A groundbreaking agreement struck Wednesday, Nov. 12, 2014, by the United States and China puts the world's two worst polluters on a faster track to curbing the heat-trapping gases blamed for global warming. (AP Photo/Altaf Qadri, File)
En 2022, las exportaciones de residuos de la UE a países no comunitarios alcanzaron los 32,1 millones de toneladas. La mayor parte (55 %) es chatarra (hierro y acero), que van a parar sobre todo a TurquíaAltaf QadriAP Photo

Viena cuenta con una incineradora en el centro de la ciudad, Copenhague ha transformado una de estas instalaciones históricas en un centro de ocio con pista de esquí incluida. Los JJ OO de París que se celebran este verano albergarán algunas pruebas en el Sena, al lado de la Torre Eiffel y de una planta de valorización de residuos sólidos urbanos. Todas estas ciudades queman aquellos restos que ya no pueden recuperar de ninguna forma y obtienen electricidad y calefacción para los hogares próximos. Además, «estos países del norte de Europa no solo son campeones en valorización, sino también de reciclado. En Suecia, se recicla el 40% de los restos y se valorizan energéticamente el 60%. Alemania recicla el 70% y otro 29% lo valoriza y Dinamarca valoriza un 42% de sus basuras. Son países con tasas de vertido cercanas a cero», explica Joaquín Pérez Viota, recién nombrado presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos.

La asociación Aeversu reivindica la valorización energética en España como una forma de alcanzar los objetivos de la UE que dictaminan que para 2035 solo llegue un 10% de la basura al vertedero. Además, dicen, «las instalaciones en Europa generan 43.000 millones de kWh de electricidad al año, suministrando energía a 20 millones de habitantes y calefacción a 17 millones de habitantes».

La situación en España con las basuras no es de las mejores de Europa. Más de 46% de los residuos que generamos acaban en el vertedero. «Eso es entre 110,5 y 11 millones de toneladas, un 20% respecto al total europeo que alcanza los 57 millones de toneladas», dice Pérez Viota. En España se valoriza a día de hoy solo el 10,.8%; se recicla solo el 19,8% y termina en compostaje el 22,4, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Transición Ecológica correspondientes al tratamiento de los residuos urbanos durante 2021. España ha recibido varias llamadas de atención de la UE por el exceso de basura que acaba en el vertedero. La última hace escasas semanas, cuando la Comisión decidió expedientar al país, porque el 12,7% de los restos urbanos no reciben el tratamiento requerido antes de su eliminación en vertederos. Poco antes, en febrero, la Comisión ya había denunciado al país ante el Tribunal de Justicia Europeo por tener 195 instalaciones ilegales sin sellar o restaurar desde 2008. Es la tercera vez desde 2015 que el Tribunal Europeo da un toque al gobierno.

España cuenta, actualmente, con más de cien vertederos y solo 12 plantas de valorización energética.« Ahora estamos incorporando a la red 2.000 GWh anuales gracias a las 2.550.000 toneladas de residuos no reciclables que tratamos. Con esto se cubre un 12% de las necesidades de los hogares que generan esas basura. Pero hay mucho margen de mejora y es necesario duplicar las instalaciones o la capacidad de las que ya existen para cumplir los objetivos europeos que piden que en 2035, el 25% sea tratado energética mente, cuando ahora solo llegamos al 10%», alerta la Asociación Aeversu.

Las incineradoras no han gozado de buena prensa (y, de hecho, hay un impuesto por incinerar). «Hay proyectos que han sido muy contestados por la población; de entrada tienen un gran rechazo social, pero muchas veces no es proporcional al conocimiento técnico», afirma Miquel Rovira, director del Área de Sostenibilidad de Eurecat. «Los vertederos emiten un 245% más de CO2 que la valorización energética», recuerdan desde Aeversu para asegurar que «los procesos de combustión cumplen todos los requisitos y son seguros». Un caso paradigmático sobre emisiones es el del vertedero de Pinto. Los sistemas de control por satélite de la Agencia Europa de España registraron en 2021 un foco de emisiones de metano que convirtieron este vertedero en el más emisor de toda Europa.

Desde Aeversu recuerdan que la valorización hay que duplicarla, pero estaría dedicada exclusivamente a esa fracción de residuos que no se puede valorizar de ninguna otra forma (por ejemplo, papeles y textiles contaminados, plásticos que no se están reciclando a día de hoy porque vienen mezclados). La otra gran apuesta, y la prioritaria, para alcanzar ese 10% que pide Europa es la Economía Circular (evitar residuo, reutilizarlo o repararlo y luego reciclar). «Con un palet de madera que se tira se pueden hacer astillas que sirvan de nuevo material conglomerado en un futuro mueble; con la cerámica y el hormigón se puede hacer grava reciclada para nueva obra civil, hay ladrillos fabricados con residuos de obra», explica Paula Sánchez, directora directora y fundador de Cocircular, empresa nacida para mejorar los ratios de reciclaje de las empresas (trabajan sobre todo con el sector de la construcción). Según sus estudios,«el primer paso para fomentar la economía circular es una buena separación en origen. Hemos detectado un segundo problema en la segunda parte de la cadena de calor: hay mucha opacidad respecto a los transformadores y en algunos casos, obsolescencia de datos. Hemos visto que algunos gestores no transforman todos los residuos que gestionan, incluso se dan casos de listas públicas en las que figuran transformadores que ya no existen. Si no sabemos qué pasa con los residuos de forma clara, no podremos evitar que llegue al vertedero. El tercer problema es la falta de conexión entre las materias primas y el flujo de salida hacia fabricantes. Faltan métricas y transparencia», dice Sánchez.

Una de las causas a las que se suele aludir cuando se habla de la mala nota que saca España en materia de basura que llega a vertedero es el bajo precio que ha tenido históricamente el vertido. Sin embargo, con la ley de 2022 eso ha cambiado; el gobierno ha fijado un impuesto al vertido de 30 euros por tonelada en todas las CC AA. «Históricamente Cataluña tenía un impuesto por vertido muy alto, pero se producía otro fenómeno: el tráfico de residuos hacia otras CC AA cercanas. Ahora que se ha fijado el impuesto para todos igual, cada municipio contará con una tasa de recogida anual de servicio y tendrá que decidir la forma en que reparte el coste entre sus ciudadanos», explica Eduardo Perero, director técnico y responsable del área de Economía Circular y Agua de la Fundación Conama.

Además de la subida de precios por verter, las administraciones locales están centradas en valorizar la fracción orgánica. Una bolsa de basura de nuestra casa contiene un 40% de dicha fracción (pieles de patata, de ajo, huesos de frutas o raspas de pescados, pan...). Estos residuos sólidos orgánicos se pueden transformar en compost o en biogás. «Los municipios españoles se lo han puesto como prioritario. Pero, en general, se trata de separar y encontrar el mejor tratamiento para cada residuo.: con el papel o el vidrio se trata de ir mejorando los procesos, ya que tiene buenos ratios de reciclado. Ahora se está poniendo el foco en el textil, y para el próximo año hay previsto un primer Scrap (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para que los productores se hagan responsables del reciclado de su ropa. El plástico sigue siendo un reto para la Economía Circular, pero a partir del año que viene se va a centrar la acción en el residuo comercial e industrial: todos esos palets o embalajes que mueve la industria de la paquetería sobre las que ahora no hay ningún sistema de responsabilidad del productor», concluye Perero.