Millán, «reverde» sin causa

Hay cómicos que en las entrevistas parecen haberse tragado una escoba y llegas a preguntarte por qué escogieron el camino del humor. De otros se diría que han hecho de su vida una continuación de sus extravagancias. No sé si Millán Salcedo es o no un tipo serio, pero desde que responde al teléfono empieza la chirigota. «Estoy aquí, en el "Alegoría"... qué alegría», me informa. Así todo. Imaginen. ¿Repasamos su currículum? Creo que, empanadillas de Móstoles mediante, no es necesario. Cómico reconvertido en actor y cantante de zarzuela, Millán (me van a permitir que emplee su nombre de pila, que es como todos le conocemos), regresa a Madrid con «De verden cuando», un «restyling», podríamos decir, de su anterior espectáculo, «Yo me subí a un piano verde», en el que su humor compartía escenario con el pianista Marcos Cruz, también aquí.

Mejor explicado: «El rodaje de "Yo me subí a un piano verde"ha generado, o quizá degenerado, en este "De verden cuando"que es un muy propicio a los tiempos que estamos. De "verden cuando"hay que reírse. Ni más, ni menos». Y cuenta Millán que lo que le sucede a él, «de verden cuando», es que «siento unos arrebatos por subir a un escenario o a una cuarta, y tengo la inmensa necesidad, sobre todo en estos tiempos convulsos, en que nos llevamos tan mal con los políticos, de hacer reír. Mi sitio en el mundo está para hacer reír a la gente». Y esto último lo dice pronunciando «muuunbdo» en vez de «mundo».

¿Y lo verde? «Es que a lo largo de mi vida siempre he sido un poco perro verde, siempre me han puesto verde porque a lo mejor hacía aquello que no tenía que hacer. He sido siempre un poco rebelde. O –pronúnciese– "reverde"sin causa, y sin motivo justificado». Y a los que le critican, ni caso: «Yo tengo la suerte de que tengo mi propia línea hace tiempo. Y sigo ahí, en mis trece. En cuanto a los que critican, que quieres que te diga: la mitad del mundo habla mal de la otra. Entre crisis, crispación y crítica, es un cri-cri-cri espantoso el que hay. Ya huele».

«Los sobrinos del capitán Grant» nos lo descubrió como cantante de zarzuela y desde entonces la música no lo ha abandonado, o viceversa. Y aclara: «Canto en este espectáculo, en el que vendrá y en el que estuve. Es un rasgo de mi trayectoria. Sin música, no podría respirar».

Un indignado

Harto de las «informaciones sensacionalistas», pero también de la corrupción, Millán hace hincapié en una pancarta que vio: «No hay pan para tanto chorizo». «¿Por qué no sacáis del anonimato a la persona que se le ha ocurrido ese eslogan?», bromea. Todo eso está en el espectáculo. «Es el sitio de mi recreo».

Cuándo: del 20 de diciembre al 3 de febrero de 2013. De miércoles a domingo.

Dónde: Teatro La Latina. Madrid.

Cúanto: 16-20 euros. Tel. 91 365 28 35.