Seat Arona TGi: tu mejor compañero de viaje estas Navidades

¿Te apetece subirte a un Arona, dejarte llevar y descubrir los rincones más pintorescos e impresionantes de Europa? Acompáñanos en esta ruta por los mercados navideños más famosos de Francia y Suiza, saboreando su exquisita gastronomía y desconectando del mundo. Además de divertirte, tu bolsillo te lo agradecerá, ya que notarás el ahorro con este coche de gas natural comprimido de Seat, respetuoso con el medio ambiente.

Hemos hecho un viaje de 2.611 kilómetros por cuatro países de Europa en un Arona TGI para comprobarlo en primera persona. Barcelona es el punto de partida y Colmar, el primer destino. Situada a 1.045 kilómetros de la capital catalana, Colmar es la ciudad de la Alsacia francesa con más tradición navideña. Además, entre sus cinco pequeños mercados hay una pista de patinaje, una de las actividades más demandada por visitantes y lugareños. El coste de este trayecto es de 48 euros y el ahorro, de 50.

Nuestra siguiente parada es la famosa localidad suiza de Zurich, situada a 156 km de Colmar. Aquí se encuentra el mercado navideño cubierto más grande de Europa, ubicado dentro de la estación central de tren, que cuenta con 160 casetas presididas por un árbol de 15 metros con 5.000 adornos de cristal. Un destino de ensueño al que hemos llegado por tan solo 7,18 euros de coste de gas.

Mucho más económico que un vehículo de gasolina / Un total de 438 kilómetros separan Zurich de la localidad italiana de La Morra, nuestro próximo destino, al que llegamos tras cruzar los Alpes. Con apenas 2.700 habitantes y rodeado de viñedos, en este pequeño

pueblo la trufa blanca y de productos típicos navideños como el turrón de avellanas, la torta de crema de avellanas y sus famosas castañas marrón glacé. El coste del gas desde Zurich es de 20 euros, lo mismo que el ahorro.

De La Morra nos dirigimos a la localidad francesa de Banys Saint Thomas, a 1.150 metros de altura y famosa por sus baños termales. La temperatura exterior es de 5oC en esta época del año, pero sus aguas sulfurosas están a 37oC y tienen una acción cicatrizante y descontracturante. Un espacio ideal antes de volver a Barcelona, de la que nos separan 191 kilómetros, y que pone punto final a una ruta en la que hemos ahorrado 125€ respecto a gasolina. La reducción de emisiones de CO2 también es notable, de 52,22 Kg, un 25% menos respecto a un vehículo de gasolina.