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Decepción en el sector del automóvil por la no aprobación del plan de ayudas

Este retraso puede lastrar la recuperación de las ventas y frenar la incorporación de trabajadores en ERTE

Decepción y sorpresa es la sensación que esta mañana transmitían todas las empresas del sector del automóvil tras conocer la noticia de que el Consejo de Ministros no había estudiado, y, por lo tanto, tampoco había aprobado, el plan de ayudas a la automoción para la compra de coches nuevos a cambio de achatarrar uno antiguo de más de diez años. En la asociación de fabricantes e importadores, Anfac, se daba esta aprobación por segura, sobre todo después del anuncio que en este sentido realizó el secretario general de industria, Raúl Blanco.

Varios ejecutivos del sector consultados por La Razón, tras poner de manifiesto su estupor por el nuevo retraso en el plan de ayudas, opinan que es urgente, de una parte, que las Comunidades Autónomas hagan públicas las convocatorias para que puedan ser ya efectivas las ayudas a los coches eléctricos incluidas en el Plan Moves ya aprobado y que, por el momento, está retenido a falta de este paso administrativo. Y por otro es esencial la aprobación del plan de ayudas ya anunciado ya que, mientras no llegue, hay una gran demanda retenida, pues los consumidores no quieren cerrar las operaciones de compa de un coche hasta no conocer exactamente las condiciones del descuento inicialmente previsto.

Este freno al plan de ayudas viene, además, en un momento especialmente difícil para el sector ya que los meses antes del verano suelen ser los más fuertes del año en matriculaciones. Abril y mayo, que suelen ser meses buenos, fueron inútiles comercialmente hablando por culpa del confinamiento. Junio va a ser mejor de lo esperado por la demanda retenida de meses anteriores. Pero el retraso en las ayudas puede lastrar las ventas de la primera quincena de julio, que en años anteriores siempre ha sido fuerte en la demanda. Otro problema adicional será el retraso en el pago de las ayudas, que hasta su cobro deberán financiar los propios concesionarios.

La sorpresa por la no aprobación del Plan de Ayudas ha sido mayor teniendo en cuenta que el pasado el lunes el secretario general de Industria y de la Pyme, Raül Blanco, lo anunció durante la celebración de la primera reunión de la Mesa de Automoción, en la que asimismo estuvieron presentes la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, además de representantes de todas las asociaciones empresariales y sindicales vinculadas a la industria del motor.

El Plan de Ayudas, bautizado Renove, para la renovación del parque de automóviles, está dotado con 250 millones de euros y es una de las medidas estrella del ‘Plan de Impulso a toda la cadena de valor del Sector de Automoción’, anunciado recientemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Debería haber complementado el Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (Moves) que fue aprobado el pasado 16 de junio y, que cuenta con una dotación de 100 millones de euros y que dará ayudas a la compra de vehículos eléctricos de hasta 5.500 euros. El Renove tiene el objetivo de sustituir los vehículos más antiguos y contaminantes por otros más limpios y seguros a través de criterios medioambientales y bajo el concepto de “neutralidad tecnológica”, es decir, sin distinguir combustibles. Este importe se destinará a incentivar la adquisición de turismos, vehículos comerciales ligeros, vehículos industriales pesados y autobuses, y estará vinculado, al igual que planes anteriores, a achatarrar un vehículo antiguo por cada uno que se adquiera nuevo. Las cantidades, que podrán llegar hasta los 4.000 euros en el caso de adquirir un coche de etiqueta “Cero”, están supeditadas a que el precio final del coche nuevo no supere los 35.000 euros.