Motor
Una berlina de lujo que no renuncia a la deportividad
La actualización del Porsche Panamera incluye versiones electrificadas y potencias de hasta 700 caballos
Un Porsche no renuncia nunca a su personalidad. Esta afirmación tan evidente sirve para poner de manifiesto la deportividad del Panamera, a pesar de conjugar este carácter derivado de la competición con la sofisticación de una berlina de alta representación. La nueva generación de este modelo nos presenta desde chasis largos hasta versiones electrificadas que llegan a los 700 caballos. Una amplia gama con precios que van desde 104.000 hasta los 227.000 de la opción más sofisticada, el Turbo S con carrocería larga denominada Executive.
La verdad es que una berlina de cuatro puertas había sido históricamente una asignatura pendiente en la marca de Stuttgart ya que, a lo largo de su historia, ha habido muchos prototipos que han intentado esta solución son la base de los chasis deportivos. Pero este sueño no se hizo realidad hasta abril de 2009 cuando pudimos ver al primer Panamera. Su carrocería creó polémica entre los más puristas, pero la realidad es que desde entonces la casa ha vendido más de 280.000 unidades de este modelo y ahora representa en torno al 12% del total de sus ventas. En España se han matriculado casi tres mil ejemplares, de los cuales la tercera parte han sido mecánicas híbridas que han sabido conjugar un equilibrio entre la confortabilidad y el silencio con las prestaciones deportivas. Por ello, el peso de los híbridos y los híbridos enchufables en este modelo de Porsche va creciendo hasta poder llegar al 70% de las ventas, con mayor peso de los PHEV.
El nuevo Panamera supone una evolución sobre el diseño ya conocido, con diferencias sutiles que no cambian gran cosa su estética general. La opción Executive ofrece una carrocería más larga y, por tanto, con mayor capacidad en el habitáculo. Su frontal sigue manteniendo la imagen de sus hermanos los 911, pero es más ancho y se han rediseñado las tomas de aire, ahora más grandes. En la zona posterior apreciamos las ópticas unidas a través de una línea que va de lado a lado, además de las colas de escape y los difusores diferentes. Todo un conjunto impresionante visto desde detrás, con formas redondeadas y el capó descendente, pero con un spoiler en la parte del techo para mejorar la aerodinámica. En el interior, no hay grandes cambios sencillamente porque no se necesitaban. El volante multifunción y los asientos envolventes tapizados en alcántara ayudan a una conducción deportiva y confortable. Ni que decir tiene que está equipado con todos los sistemas se ayuda a la conducción, como el mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, control de velocidad y visión nocturna, asistencia de aparcamiento y datos proyectados sobre el parabrisas. Además de los más completos programas de información y entretenimiento a través de su pantalla central.
Una de las grandes ventajas de este Panamera es la cantidad de versiones disponibles, hasta 21, para así poder adaptarse a las necesidades de cada cliente. Utilizando dos motores, el V-6 2,9 litros que da una potencia entre 330 y 440 caballos o un V-8 biturbo de 4,0 litros que parte de estos 440, pero que puede llegar hasta los 700cv. Tiene especial importancia para la marca la oferta de la serie E Performance, que dispone de tres versiones híbridas enchufables que ofrecen unos 55 kilómetros para circular en modo eléctrico. La oferta arranca con el 4 E Hybrid, una berlina de prestaciones impresionantes, como lo demuestran su aceleración de 0 a 100 en 4,4 segundos gracias a sus 462 caballos. Pero si queremos más, el 4S Hybrid eleva su potencia a 560cv y roza los 300 por hora. Pero la cumbre se representa en el Panamera Turbo S E Hybrid, que llega hasta los 700 caballos, pasa de 0 a 100 en 3,2 segundos y la aguja del velocímetro se detiene cuando alcanza los 316 por hora.
En todos los casos, el cambio automático de 8 velocidades acrecienta el placer de conducir de estos Panamera que, gracias a los sistemas electrónicos de cambio de los modos de conducción, pueden pasar en todas las versiones de ser unas berlinas de gran representación a convertirse en un deportivo de primer orden, digno hermano del mítico 911 de quien hereda buena parte de sus características más positivas, como pueden ser estabilidad, frenos, tracción y comportamiento general en carretera para que cualquier desplazamiento se pueda convertir en una divertida experiencia de conducción. No es una berlina barata, por supuesto. Pero tampoco el Porsche Panamera es un cuatro puertas de los que vemos habitualmente por la calle. La excelencia siempre tiene un precio.
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