Historia del Motor

Historia del Motor
Cuando, en agosto de 1970, los periodistas especializados descubrieron el nuevo Citroën GS no pudieron evitar su sorpresa por la gran cantidad de novedades que incorporaba. Desde el punto de vista técnico, la más llamativa era la suspensión neumática, que se ofrecía por primera vez en un coche de tipo medio que además montaba frenos de disco en las cuatro ruedas, una gran novedad en la época. En el aspecto de diseño, era una carrocería muy diferente a lo que se estilaba entonces, con una habitabilidad excepcional para cinco personas, un gran maletero, buena aerodinámica y un interior muy luminoso gracias a su gran superficie acristalada.
La prensa española reconoció este avance y consiguió el premio de “Coche del Año” en su edición de 1971. Este automóvil, que se fabricaba en la factoría de Vigo, llamaba la atención por su maletero que, pese a ser muy espacioso, tenía el acceso a través de una portezuela en la parte inferior trasera, muy pequeña en relación con el espacio disponible en el propio maletero. No se trataba de un error de diseño sino de la elección de la marca de compatibilizar una carrocería de tipo dos volúmenes con el hecho de evitar que los equipajes pudieran mojarse si, en el momento de cargar el coche, estaba lloviendo. Este modelo se utilizó además en competiciones y, en esos años, el piloto Ricardo “Rizos” Muñoz y su copiloto Zorita, consiguieron destacados resultados en el Campeonato de España de Rallyes gracias a una conducción muy agresiva.
Tras el GS Berlina, lanzado en agosto de 1970, estaba prevista la llegada de un modelo más funcional: el GS Break. La tradición de familiares en Citroën tiene una larga historia, Casi todos los modelos grandes de Citroën disponen de una variante station wagon, llamada Break o familiar, un modelo que ofrece mayor volumen interior y está especialmente pensada para satisfacer las exigencias de todo tipo de clientes que necesitan un espacio adicional. Así había sido en el caso del DS y así sería en el GS y poco después, también en el lujoso CX.
Las variantes Break de los modelos Citroën existían asimismo en modelos más pequeños, como es el caso del AMI (AMI6, AMI8 y AMI Super), de la versión “comercial” del 2CV, e incluso del Méhari, cuya versión biplaza ofrecía un gran espacio de carga. En el caso del GS era solo cuestión de tiempo y lo cierto es que el periodo de espera fue realmente corto: en julio de 1971 llegó la gama del GS Break, articulada en versiones de 5 puertas (Break) y de 3 puertas (Service, una variante que no se comercializó en España). Esta última era una versión comercial, pensada para el transporte de mercancías y estaba disponible tanto con el lateral completamente acristalado en la variante llamada “Vitrée”, con un único cristal que iba del montante trasero de la puerta hasta el final del coche, o bien con el lateral completamente de chapa, en la versión llamada “Tolée”.
Toda la familia GS recibió un profundo rediseño en 1979 cuando, casi diez años después de su lanzamiento, el GS se convirtió en GSA (GS Améliorée, o mejorado), dotado, en la versión berlina, de un amplio portón trasero que aumentaba claramente la funcionalidad. El éxito de esta serie de modelos se puede medir fácilmente en la cantidad de unidades fabricadas: casi dos millones y medio, incluyendo GS y GSA en todas sus versiones, hasta 1986, de las que más de 385.755 se produjeron en la factoría de Vigo.
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