El nuevo ëBerlingo se une a la flota eléctrica de Citroën

Citroën va completando rápidamente su gama de vehículos cien por cien eléctricos, desde el urbano AMI hasta el comercial Spacetourer, pasando por el familiar C4 y –ahora- por el Berlingo. Todos ellos llevan el prefijo “ë”, que indica que producen cero emisiones y van propulsados por motores eléctricos a batería, con autonomías adecuadas a su uso cotidiano.

El Berlingo, situado a caballo entre los vehículos comerciales ligeros y los turismos, fue una creación de Citroën en 1996. Desde entonces se han vendido más de dos millones de unidades de las tres generaciones que se han sucedido.

En los últimos tiempos ha ido tomando mayor protagonismo la versión “estilo de vida”, destinada a su empleo para actividades deportivas o lúdicas que requieren trasladar equipo voluminoso (bicicletas, tablas de surf, parapentes…) a cualquier parte, incluso fuera de carretera. Y también para el traslado de niños y familias numerosas, con posibilidad de llevar hasta siete ocupantes.

Ahora le ha llegado el turno de la electrificación total, naciendo el primer ëBerlingo. Basado en la plataforma modular EMP2, con las baterías situadas en el suelo y el motor y demás componentes eléctricos bajo el capó delantero, esta nueva versión no pierde capacidad de carga (situada en 4.000 litros y objetos de hasta 3,5 metros de longitud, además de casi 170 litros extra de compartimientos en el habitáculo) y puede montar hasta tres filas de asientos (plegables individualmente). Incluso se mantienen las dos variantes de carrocería –M y XL- de longitudes distintas.

Para esta versión eléctrica se ha aplicado la plataforma EMP2 de Stellantis, con una batería de iones de litio de 50 kW/h (garantizada por el fabricante hasta el 70% de su capacidad durante 8 años o 160.000 Km) que alimenta un motor eléctrico situado en el eje delantero con 100 kW o 136 CV y 260 Nm de par, capaz de propulsarlo hasta 135 Km/h de velocidad punta.

Su autonomía ha sido calculada en base a la experiencia de sus consumidores, que realizan de media unos 40 Km diarios. El ëBerlingo puede recorrer (según ciclo WLTP) hasta 280 Km.

El conductor dispone de tres “modos” de uso: ECO (potencia máxima de 60 kW), Normal (80 kW) y Sport (100 kW), que influyen en la duración de la batería tanto como el peso de la carga que se arrastre.

En cualquier caso, el sistema eléctrico dispone de auto-regeneración en la frenada, que se puede apoyar con la función “B” (brake) que retiene al levantar el pie del acelerador.

Además, cuenta con el sistema de control de tracción electrónico para suelos deslizantes y de un completo paquete de otras diecisiete avanzadas ayudas a la conducción, además de nuevo “head up display” para el conductor. Incluso hay un “Stability Control” para emplear remolque. El ëBerlingo no va nada mal equipado, equivalente a otros turismos de la marca…

Exteriormente no ha cambiado mucho, con su gran superficie acristalada y sus características ventanillas, aunque su calandra y determinados detalles de carrocería denotan que es un modelo cien por cien eléctrico. Puede recargar casi en cualquier sitio, desde un enchufe doméstico a un cargador rápido. En el primero necesita 15 horas, pero en el último puede estar al 80% de capacidad en apenas 30 minutos.

En prestaciones –salvo la ausencia de ruido- no se nota diferencia. Es suficientemente potente, más rápido en aceleración y con un mejor paso por curva (la batería traslada mucho peso al suelo).

Como buen vehículo eléctrico disfruta de “control remoto” gracias a los smartphones: con la aplicación MYCITROËN se puede programar la carga, preacondicionar la temperatura del vehículo, llevar un control de la autonomía o de la ubicación de puntos de recarga…

La gama de precios oscila entre 36.000 y 40.000 euros, mientras las versiones diésel –por simple comparación- se mantienen entre 24.000 y 31.000.