Ya que el público parece decantarse por el segmento SUV (que ya supera más de la mitad de las ventas de automóviles de turismo) Volkswagen incrementa su gama con un nuevo producto fabricado –además- en la planta española de Landaben, en Pamplona. De nuevo toma un nombre con “T” inicial: Taigo, siguiendo la tradición de los SUV de la marca. Y su principal innovación es la fluida carrocería de techo descendente que le da un aire más deportivo, sin mermar en su habitabilidad interior.

El Taigo ha sido diseñado por Volkswagen-Brasil, como su hermano local, el Nivus. Pero ha sido desarrollado para el más exigente mercado europeo (y de otros continentes) hasta el punto de tener muy pocos componentes en común, salvo la silueta. El Taigo se basa en la plataforma flexible del Polo, que también se emplea en el SUV T-Cross, con el que comparte mecánica. Sin embargo se sitúa en un sector diferente de público.

Comparte –lógicamente- la distancia entre-ejes (2.566 mm) pero su carrocería es 15 cm más larga y 7 más baja. Aun así, la habitabilidad interior no se ha reducido gracias a la posición más baja de los asientos y a la longitud de la trasera. El maletero va desde los 440 hasta los 1.222 litros de capacidad (con los respaldos traseros abatidos), frente a los 385 litros de partida del T-Cross. Estilo y capacidad no tienen porqué ir regañados.

El nuevo Taigo es y será exclusivamente térmico (“para eléctricos tenemos los modelos de alta gama y la nueva familia ID” comentan los responsables de la marca). Aunque la plataforma permitiría equiparlo de una mecánica híbrida, no se plantea tal opción. Ni tampoco una motorización diésel. Así que el nuevo SUV de VW será exclusivamente de gasolina. Para ello cuenta con tres opciones conocidas de motor: el tricilíndrico 1.0 TSI en dos niveles de potencia y el 1.5 TSI como versión más potente.

Las potencias elegidas son 95 y 110 CV para el primero y 150 CV para el de cuatro cilindros. Mientras la menos potente va aparejada al cambio manual de 5 velocidades, la intermedia puede elegir entre el manual de 6 o el automático DSG de 7. Y la de 150 CV sólo se comercializa con DSG. La gama es muy compacta, para evitar dispersiones y retrasos de fabricación. Tampoco hay más que dos niveles de terminación básicos: Life y R Line, separados por apenas 3.000 euros de diferencia. Quedan complementados con opciones muy concretas, como el techo panorámico operativo de cristal, el paquete “Black Style” para el R, o la pintura bicolor con techo negro.

Interiormente, Volkswagen equipa a su Taigo de Digital Cockpit, volante multifunción y pantalla central multimedia (que varía de tamaño en cada versión). También ofrece una decena de asistencias a la conducción, así como una combinación de sistemas electrónicos de guiado (Travel Assist, Lane Assist y ACC) que permiten una conducción semi-autónoma y segura.

Está disponible ya en los concesionarios de la marca desde el mes de enero, con una oferta de lanzamiento de 22.600 euros. Como orientación, la versión intermedia de 110 CV con DSG vale entre 25.500 y 28.800 (según acabado). Y la más costosa y lujosa de todas –con el 1.5 TSI de 150 CV- 31.800 euros. Se calcula que el nuevo modelo alcance los niveles de venta de los otros dos SUV pequeños de Volkswagen, el T-Cross y el T-Roc, a lo largo de este año.

El VW Taigo será el tercer modelo en la cadena de producción de la afamada y tradicional fábrica de Pamplona, que se creó en 1965 para producir los Authi, luego fue de SEAT desde 1975 y, finalmente, de Volkswagen desde 1984. Junto al Polo y al T-Cross, sale un nuevo coche de la cadena cada 54 segundos, tras 14 horas de fabricación desde el moldeado de la chapa. Y es la factoría de VW que ostenta el récord de ser la más rápida y flexible de las 120 que existen por el mundo.