En España, la velocidad máxima permitida en autopistas y autovías es de 120 km/h. Sin embargo, existe una excepción para ciertos vehículos que, bajo condiciones muy específicas, pueden alcanzar los 150 km/h. La Dirección General de Tráfico (DGT) es el organismo encargado de autorizar estos casos y regular su funcionamiento.

¿Qué vehículos pueden ir a 150 km/h?

Los coches que tienen permitido superar el límite estándar de velocidad son aquellos empleados en pruebas de desarrollo y test de nuevos modelos. Para ello, deben estar identificados con la señal V-12, una placa especial que lleva las siglas "F.V." (Fabricante de Vehículos) en color blanco sobre un fondo rojo. Esta matrícula debe situarse junto a la habitual tanto en la parte delantera como en la trasera del automóvil.

Si bien estos vehículos pueden alcanzar velocidades superiores a las permitidas para el resto de los conductores, no tienen libertad total de movimiento. La autorización otorgada por la DGT sólo es válida dentro de un itinerario previamente definido y bajo circunstancias controladas.

Las pruebas de estos coches están restringidas a autopistas, autovías y otras vías públicas de carácter interurbano. En ningún caso se pueden realizar en áreas urbanas, travesías o tramos con señalización específica que limite la velocidad.

Además, la velocidad máxima permitida para estos ensayos no siempre es de 150 km/h, ya que la normativa establece que los vehículos identificados con la señal V-12 sólo pueden superar en 30 km/h el límite establecido en la vía por la que circulan.

¿Qué dice la ley?

El Reglamento General de Circulación recoge en su artículo 47 que los titulares de las vías pueden establecer restricciones de velocidad a través de la señalización correspondiente. En ausencia de indicaciones específicas, se aplican los límites generales establecidos para cada tipo de carretera.

Asimismo, este reglamento permite que los vehículos con la identificación V-12 realicen pruebas en vías públicas siempre que sea estrictamente necesario para el desarrollo tecnológico y la mejora de la seguridad vial.

Para llevar a cabo este tipo de pruebas, las marcas de automóviles deben solicitar un permiso especial a la DGT con al menos tres días de antelación. Esta solicitud debe detallar el recorrido, las condiciones del ensayo y los motivos por los cuales es necesario sobrepasar el límite habitual de velocidad.

Dependiendo de las características de la prueba, las autoridades pueden señalizar la zona de test e, incluso, restringir temporalmente el tráfico en determinados tramos de la carretera para garantizar la seguridad de todos los usuarios.

Además, no cualquier conductor puede ponerse al volante de estos coches en fase de prueba. Sólo los pilotos profesionales designados por el fabricante están autorizados a conducirlos durante los ensayos.

¿Qué pasa si no se respeta esta normativa?

Circular a 150 km/h sin la autorización pertinente puede derivar en sanciones económicas. Aunque esta infracción no conlleva la pérdida de puntos en el carnet de conducir, la multa puede alcanzar los 100 euros. Si la velocidad excede este umbral sin justificación, las sanciones pueden ser más graves, incluyendo la retirada de puntos.

Es importante destacar que estos vehículos no son coches de carreras ni están destinados a batir récords de velocidad. Su propósito es facilitar el avance tecnológico en la industria automotriz y contribuir a la seguridad vial mediante la realización de pruebas controladas.

En definitiva, aunque algunos coches pueden circular a 150 km/h en determinadas circunstancias, esta posibilidad está estrictamente regulada para garantizar que se realice de manera segura y controlada.