Prueba

Un día con sabor a carreras

Al volante, en el circuito del Jarama, del BMW M4, Campeón de España y Europa de la categoría GT4

Un día con sabor a carreras
Un día con sabor a carrerasBMW

Desde el comienzo de automóvil, la producción y las carreras siempre han ido de la mano. Las últimas han servido para perfeccionar a los productos que salen de la cadena de montaje. Y no se concibe la I+D de las marcas más innovadoras e importantes sin que el departamento de competición juegue un papel determinante.

M4 GT
M4 GTBMW

Esto ocurre, por ejemplo, en BMW. Con la base del magnífico M4 se ha desarrollado el coche que ha ganado este año el Campeonato de España de la categoría GT. La experiencia de José Manuel de los Milagros se ha unido a la juventud y buenas dotes de Nerea Martín que se han alzado, a los mandos de su precioso GT4, hasta la primera plaza del pódium. Gracias a la amabilidad de la marca alemana y la paciencia de De los Milagros, piloto amigo y admirado desde hace muchos años, tuvimos la oportunidad de poder rodar con este coche ganador durante unas vueltas al madrileño circuito del Jarama.

M4 GT
M4 GTBMW

Fueron unas horas que perdurarán en nuestro recuerdo entre las más divertidas del año. Una experiencia que, por otra parte, nos acercó a la realidad de cómo van evolucionando las técnicas de la competición partiendo de un coche de serie, pero adaptándolo a las necesidades precisas para vencer en un campeonato especialmente competido, ya que nuestros protagonistas no se alzaron con el título hasta la última carrera disputada en Montmeló.

M4 GT4
M4 GT4BMW

Ser parte de un equipo oficial de carreras y que te acojan como un miembro más es siempre una experiencia agradable y que impone respeto, ya que normalmente es un «status» inalcanzable para cualquier aficionado. En esa mañana de invierno, el equipo de BMW estaba a nuestra disposición y tras colocarnos la vestimenta propia de las carreras, como mono y ropa interior ignífugos, botas, guantes y el resto del equipamiento, el director deportivo pasó a hacernos una descripción del coche y cómo se debía realizar la prueba. Solo faltaba ajustarse el casco y conducir el coche. Pero con la ventaja de dar previamente unas vueltas como copiloto de José Manuel para tratar de aprender una parte de su técnica y, sobre todo, para no cometer errores al volante de un vehículo tan exigente.

M4 GT4
M4 GT4BMW

Porque puede decirse en este caso que las apariencias engañan. Y mucho. Su aspecto externo no cambia demasiado de los BMW M4 de serie en un primer golpe de vista. Cuando te vas fijando en los detalles te das cuenta de las mejoras, entre las que resalta el alerón posterior, que mejora la estabilidad del conjunto, y otros elementos, como el empleo de materiales especiales para rebajar el peso y reducir vibraciones, o las entradas de aire que se han colocado en las ventanillas traseras para la refrigeración de las partes mecánicas situadas en la zona posterior.

M4 GT4
M4 GT4BMW

Al entrar, la habitual «jaula» de barras antivuelco que, además de proteger al piloto en caso de accidente, mejoran la rigidez del conjunto. Atención máxima a las vueltas en el asiento de la derecha para no defraudar demasiado cuando pasemos a llevar el volante y los pedales. Hay que reconocer que, acostumbrados a probar todo tipo de coches potentes, la aceleración que proporcionan los 550 caballos de su motor delantero sorprende, pero no impresiona. Si que es de destacar que no se trata de un motor excesivamente puntiagudo ya que rinde la potencia desde un régimen bajo para ser un coche de carreras. En cambio, sí que nos dejan asombrados otros elementos fundamentales para rodar en circuito como los frenos y la estabilidad. De los Milagros, habituado a las reacciones del coche, sabe el lugar exacto de la frenada en el trazado del RACE. Cuando nosotros nos pusimos al volante, y a pesar de las advertencias, nos quedamos siempre cortos en la frenada. Pisando a fondo el pedal, el conjunto se detiene en unas distancias sorprendentes. Hay que dar varias vueltas para ir cogiendo la métrica y no perder segundos en cada curva. No ha debido ser un trabajo fácil conseguir tanta eficacia del sistema.

M4 GT4
M4 GT4BMW

Cuando cambiamos de asiento, y tras ajustar la posición del volante y los pedales, que son regulables para adaptarse a las medidas de cada piloto, lo primero es hacerse con la instrumentación. Un volante con levas para el cambio de fácil manejo, la pantalla en donde podemos observar todo el funcionamiento mecánico del coche, el display con las luces que nos indican cuando estamos llegando al tope de vueltas y debemos pulsar una marcha superior, y otros mandos solo accesibles a los pilotos especialistas y que mejor no tocamos, como el cambio del mapa motor. Vemos la pantalla que ofrece, entre otros datos útiles en carreras de resistencia, el tiempo por vuelta. Mejor no mirarlo mucho para no avergonzarse con la comparación frente a la pareja campeona de España.

Afortunadamente, De los Milagros y Nerea, a lo largo de muchas sesiones de trabajo y las carreras del año, han puesto a punto con acierto este BMW M4 GT4, cosa que no es nada sencilla teniendo en cuenta la cantidad de parámetros en los que hay que buscar la mejor relación. Por ejemplo, el equilibrio entre los trenes delantero y trasero para conseguir una estabilidad perfecta, con una ligera tendencia a ser sobrevirador.

M4 GT4
M4 GT4BMW

No olvidemos que estamos conduciendo un BMW y hay que ser fiel a la tradición de la marca, además de facilitar la conducción al límite. O los reglajes de amortiguadores y muelles, los diferentes ajustes de las barras estabilizadoras de los trenes delantero y trasero, etc. Salimos a pista y la primera vuelta nos sirve para irnos haciendo a la conducción y a coger confianza en el coche. Los siguientes giros nos permiten buscar un poco más los límites. No los del coche, que son altísimos, sino los de nuestra propia confianza. Porque pese a su potencia y sus aceleraciones, este BMW es tremendamente fácil de conducir rápido, aunque suponemos que muy difícil de llevar el límite de sus posibilidades. Buscar la última décima de segundo debe ser tan complicado como apasionante.

Pero a ello contribuye una dirección suave y precisa, un cambio rapidísimo con las levas para su caja de siete velocidades, aunque en el trazado del Jarama no se pasa de sexta, y una estabilidad que, tras los frenos, es lo que más nos sorprendió. Acostumbrado a otros automóviles de competición, especialmente los de carreras de clásicos que frecuento, el M4 GT4 es una tabla en la que no hay que contar con las inercias o las derivas en las curvas. Va como sobre rieles por la trayectoria elegida. Eso también significa que, cuando se superen los límites, dominarlo no debe ser una tarea sencilla. Las pequeñas luces azules que se van iluminando en línea para indicarte que llega al límite de vueltas, y has de cambiar de marcha, se suceden rápidamente y el juego de las reducciones y la severa acción del freno te dan seguridad al abordar las curvas más lentas del Jarama o la difícil de fin de recta. La siguiente nos da respeto por su rapidez. Hay que morder un poco el arcén interior para entrar a fondo, pero con la precaución de que un despiste en este punto siempre tiene consecuencias graves y además se precipita la frenada de Le Mans. Pero este BMW se pega como una lapa al asfalto y no hay inercias que inquieten al piloto.

Lo mismo podemos decir con otro punto crítico, como la bajada hacia la horquilla de Bugatti o la curva de entrada a recta, más conocida como Túnel y bautizada como María de Villota. Del trazado exterior/interior/exterior depende la velocidad punta en la recta y segundos en el cronómetro. Tras varias vueltas disfrutando, llega el momento de pulsar el botón de entrada a boxes y respirar porque todo ha transcurrido sin más incidentes que los sustos que le he debido dar a mi amigo De los Milagros. Este BMW M4 GT4 es el automóvil ideal para quienes, por un precio por debajo de los doscientos mil euros todo incluido, quieran participar con posibilidades de triunfo en uno de los campeonatos más disputados y apasionantes del momento. Un «carrera/cliente divertido», fiable y con un reducido presupuesto de mantenimiento durante la temporada. Es muy difícil encontrar algo en las carreras con un mejor equilibrio.