Conducir
Esta es la multa más absurda y simple que te puede poner la DGT
Entre una de las sanciones que puede poner la Dirección General de Tráfico, se encuentra una que no es muy conocida, pero supone una gran cantidad de dinero
Cuando nos ponemos al volante y conducimos un vehículo, debemos tener en cuenta las diferentes normas de Seguridad Vial y Movilidad de la Dirección General de Tráfico (DGT). A lo largo del año, se comenten numerosas infracciones que, al realizarlas, suponen una sanción que va desde una cantidad económica hasta la pérdida de puntos de carnet de conducir.
En el pasado ejercicio de 2022, la recaudación de multas impuestas por la DGT superó la cifra récord de 507 millones de euros. Principalmente, por el aumento de infracciones detectadas por los radares móviles, que superó el millón de denuncias. Asimismo, las multas de circulación crecen año tras año batiendo cifras de "negocio", casi siempre amparadas en cuestiones de protección y de seguridad para los conductores. Según un estudio elaborado por la organización de defensa de los conductores AEA, la cifra del pasado año fue la más altas de los últimos diez ejercicios. En 2021, por ejemplo, el organismo había ingresado 444 millones, que ya se consideraba la más alta de la última década.
¿Cuál es la multa más absurda que me puede poner la DGT y cuánto se paga?
Por otro lado, desde el 1 de noviembre, la DGT comenzó a aplicar un cambio en el sistema de notificaciones de multas, de tal manera que las notificaciones oficiales de este organismo dejarían de llegar a través del correo ordinario y serían certificadas por vía telemática. Un cambio que afecta exclusivamente a las personas jurídicas, es decir, a empresas, organizaciones o instituciones.
Las multas de circulación sigue siendo la "fuente de ingresos" más fiables para la DGT. Y es que, más allá de las impuestas por exceso de velocidad, hay otras muy comunes como no llevar el cinturón, saltarse un "stop" o realizar maniobras inadecuadas. Pero una en concreto, aunque suene absurda, también es común en algunos casos, y sobre todo es habitual en los días de lluvia y en calles que no están demasiado asfaltadas o que tienen importantes desniveles.
La multa no es otra que salpicar a propósito o simplemente no hacer nada para evitar salpicar a la gente con tu coche. Un acto que puede ser fácil en lugares donde se forman muchos charcos, pero pese a ello, la DGT lo considera infracción, y por tanto, supone una sanción. Si no incumples ninguna otra normativa, la multa oscila entre los 80 y los 100 euros, aunque depende de diversos criterios.
Para poder evitar esta multa se debe vigilar la velocidad, de tal manera que no se salpique mucho. Además, si circulamos por una calle con varios carriles, sería recomendable meternos en la zona que esté menos alejada de la acera.
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