Industria

Las marcas europeas, en alerta por los aranceles

Stellantis y Volkswagen serían los fabricantes más afectados por las tasas a Canadá y México

President Donald Trump speaks before Robert F. Kennedy Jr., is sworn in as Health and Human Services Secretary in the Oval Office at the White House, Thursday, Feb. 13, 2025, in Washington. (Photo/Alex Brandon)
Donald Trump, presidente de EE UUASSOCIATED PRESSAgencia AP

La guerra comercial desatada por Donald Trump ha puesto en alerta a fabricantes europeos como Stellantis, Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz, que tienen plantas de producción en México o en Canadá. Estas plantas instaladas en países cercanos a los Estados Unidos se han beneficiado hasta ahora de menores costes laborales y de una proximidad del mercado estadounidense. Renault, por el contrario, se vería mucho menos afectada por los aranceles estadounidenses, ya que no tiene exposición directa al mercado. El impacto global variará en función de la importancia del mercado estadounidense como mercado de ventas y de la proporción de importaciones procedentes de México y Canadá. Además, la capacidad de trasladar la producción a EE UU y ajustar los precios también serán factores que mitiguen el impacto global.

Se prevé que Stellantis –propietaria de las marcas Chrysler, Jeep y RAM– sufra el mayor impacto debido a su elevada exposición al mercado estadounidense, que representó alrededor del 46% de las ventas en 2023, y a su sustancial dependencia de la producción en Canadá y México. Con el 21% de sus ventas en el mercado estadounidense, la exposición de Volkswagen a este mercado es comparable a la de BMW y Mercedes. Sin embargo, se calcula que Volkswagen, como fabricante de automóviles de gran consumo y proveedor de camiones, probablemente se verá más afectada por los aranceles sobre Canadá y México y el posible aumento de los aranceles sobre las importaciones europeas. Una parte significativa de sus ventas en EE UU proceden de México, y sus marcas de lujo, Audi y Porsche se importan en el mercado estadounidense, lo que supone una desventaja en comparación con BMW y Mercedes.

Los analistas indican que tanto BMW como Mercedes están significativamente expuestos al mercado estadounidense, que representó el 20% y el 26% de sus ingresos en 2023, respectivamente. Sin embargo, como México desempeña un papel menor en sus cadenas de suministro en comparación con las importaciones europeas, los aranceles sobre las importaciones de Canadá y México son menos preocupantes. Además, los fabricantes de automóviles de alta gama están en una posición relativamente mejor para absorber los costes adicionales a través de ajustes de precios, ya que su base de clientes tiende a estar más dispuesta a aceptar aumentos de precios. Los clientes también tienen alternativas limitadas en el mercado premium dominado por Audi, BMW, Mercedes, Porsche y fabricantes de lujo más pequeños como Aston Martin.

En el segmento de camiones, Norteamérica es el segundo mayor mercado de Volvo, suponiendo un 30% de los ingresos totales. Aunque el aumento de los aranceles estadounidenses sobre las importaciones europeas podría plantear problemas, el fabricante sueco de camiones, que es independiente societariamente de la división de automóviles Volvo Car, está en gran medida protegido gracias a su fuerte presencia en la fabricación local. Esto es especialmente importante para la división principal de camiones (70% de las ventas industriales del grupo 2024). De hecho, Volvo produce localmente el 100% de los camiones vendidos en EE UU en sus plantas de fabricación de Virginia y Pensilvania, con planes de seguir ampliando la producción.

Del mismo modo, aunque en menor medida, la división de equipos de construcción de Volvo, el segundo mayor segmento del grupo (18% de las ventas industriales en 2024) mitiga significativamente los posibles riesgos arancelarios gracias a su planta de producción local en Pensilvania. Por otro lado, la división de autobuses es más dependiente de las importaciones europeas, aunque solo suponen un 2% de sus ventas.