Motor
Los peligros de no cambiar el aceite del motor a tiempo: las cinco averías más comunes
Por lo general, se recomienda cambiar el aceite del coche cada 15.000 kilómetros o una vez al año, lo que suceda primero
Con el tiempo, las propiedades y la viscosidad del aceite del motor disminuyen. Esto puede provocar una mayor fricción y esfuerzo en las piezas del motor, lo que se traduce, a su vez. en un aumento del consumo de combustible. Y mucho más importante: cuando el aceite no cumple su función correctamente, aumenta el riesgo de sufrir una avería grave que puede resultar en costosas reparaciones y tiempo de inactividad del vehículo.
¿Cada cuánto tenemos que cambiar el aceite?
Como norma general, se recomienda cambiar el aceite del coche cada 15.000 kilómetros o cada año... lo que ocurra antes. Ahora bien, también existen algunas circunstancias por las que convendría adelantar este cambio de aceite. Por ejemplo, si el coche es muy viejo, es normal que exija mayor lubricación que un vehículo más moderno.
Si no recuerdas cuándo cambiaste el aceite por última vez, no podrás guiarte por la norma del kilometraje para saber si ha llegado el momento de cambiarlo de nuevo. Otra forma que puedes utilizar para averiguarlo es mirar el color y la opacidad del líquido. Si cuando sacamos la varilla de medición de nivel no podemos ver a través de la opacidad del aceite... entonces definitivamente ha llegado el momento de cambiarlo. Evidentemente, la señal clara de que ha llegado el momento de cambiar el aceite es que el motor empiece hacer ruidos de metal contra metal.
Averías que pueden aparecer
Si no realizas un mantenimiento adecuado del vehículo y cambias el aceite con la frecuencia adecuada, es cuestión de tiempo que aparezcan averías de gravedad. A continuación, tienes una lista con las cinco averías por falta de lubricación más comunes:
1. Avería en el motor:
El gripado del motor es una de las averías más graves que puede sufrir un vehículo, ya que puede dejar el motor inservible y obligar a instalar uno nuevo. Esta avería puede estar relacionada con el aceite de motor, si no tiene la calidad adecuada o no está en buen estado, puede generar espumas y grumos que obstruyan el circuito y no protejan adecuadamente frente a la fricción. En un motor, los pistones empujan las bielas que a su vez mueven el cigüeñal. Si la lubricación es deficiente, las bielas pueden rozar con el cigüeñal y llegar a fundirse, lo que impedirá que el motor se mueva.
2. Daños en el turbo:
Los motores turboalimentados son cada vez más comunes, pero requieren cuidados especiales debido a su alta sensibilidad a la lubricación deficiente. Estos componentes se someten a temperaturas extremas y revoluciones elevadas, lo que puede provocar daños significativos. De hecho, el eje de turbinas puede alcanzar más de 100.000 revoluciones por minuto. Por lo tanto, es esencial utilizar lubricantes que sean resistentes a estas condiciones extremas y eviten la formación de carbonilla o espuma en el circuito de lubricación. Si el turbo se daña, su reemplazo puede resultar costoso. Es importante asegurarse de que el lubricante utilizado sea de alta calidad para proteger de manera efectiva el motor y evitar costosas reparaciones.
3. Gripado del árbol de levas:
El árbol de levas es un componente rotativo que contiene levas para accionar la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape. Una falla en este elemento puede ser muy grave y suele ocurrir debido a una lubricación insuficiente, que provoca un desgaste prematuro de los apoyos y los rodamientos. Además, si una de las partes del árbol de levas se daña, tendremos que sustituir la pieza al completo, lo que supone una de las averías más costosas a las que podemos enfrentarnos como usuarios de un vehículo. Por último, es importante estar atentos a las señales que indican posibles problemas y gastos futuros, como la pérdida de potencia, chirridos estridentes y traqueteos.
4. Filtro antipartículas:
Este componente, que se instala en los coches diésel, es extremadamente sensible a los aceites de motor inadecuados o que han perdido sus propiedades debido a su uso prolongado. De hecho, para evitar la obstrucción del filtro, que requeriría su reemplazo, es fundamental utilizar aceites recomendados para motores con filtro de partículas, que sean bajos en cenizas, fósforo y azufre.
5. Cadena de distribución:
Si tu coche tiene una cadena de distribución, es importante que sepas que el tensor de la misma utiliza el mismo aceite que lubrica al resto del motor. Si el tensor no recibe una lubricación adecuada, perderá su capacidad de tensar la cadena, lo que puede provocar su elongación. Este problema puede derivar en una desincronización del cigüeñal con los árboles de levas, lo que a su vez puede hacer que las válvulas choquen con los pistones. El resultado final será un grave daño en el motor y una factura muy alta del taller.
Para evitar la aparición de estas averías es importante que nos tomemos en serio el mantenimiento de nuestro vehículo. Basta con revisar el nivel del aceite y cambiarlo si es necesario, cumpliendo con los intervalos establecidos por el fabricante, y prestando atención a la presencia de manchas de lubricante bajo el vehículo, entre otras precauciones, para mantener nuestro vehículo en buen estado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar