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Medio Ambiente

Feromonas y aves insectívoras: la apuesta regional para acabar con la procesionaria

El Gobierno murciano desarrollará un plan para acabar con esta plaga en los montes públicos con una inversión de 1,2 millones de euros

Plaga de la procesionaria La razón

A partir del próximo mes de febrero, los técnicos de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente pondrán en marcha un Plan con el que combatir la expansión de una de las plagas que más perjuicios provoca en zonas como la Región, como lo es la procesionaria, que pone en riesgo la estabilidad sanitaria de los pinos. Y será a partir de febrero porque es cuando estas larvas se entierran en el suelo para crisalidar, para finalmente eclosionar en mariposa a finales de julio.

El Plan, aprobado en Consejo de Gobierno hace unas semanas, consta de varias medidas con las que combatir a estos insectos, como lo es el empleo de tratamientos con feromonas para «capturar» a los machos adultos, o la implantación de nidos para aves insectívoras que se alimentan de la procesionaria, como lo es el murciélago.

Según recoge el Proyecto de Ejecución de Tratamientos Fitosanitarios contra la Procesionaria del Pino en Montes Públicos de la Región 2020-2023, la Comunidad constará con 1.287.440 euros para contratar la ejecución de una serie de trabajos para combatir la plaga, cuya financiación correrá a cargo de la Unión Europea a través del Fondo Feder en un 63 por ciento, y la Comunidad Autónoma asumirá el 37 por ciento restante.

En la descripción de los trabajos, se especifica que primeramente, se realizará un seguimiento de la población de dicho insecto mediante la colocación de trampas con feromonas. «Se propone la instalación de 120 trampas repartidas en áreas con un nivel de afectación medio».

Además, se realizará un recorrido aéreo de 2.300 hectáreas al año del monte público regional, con la aplicación de «Bacillus thuringensis», un tratamiento bacteriano que se instala en el suelo y que utiliza como alternativas biológicas al plaguicida.

También se realizará la aplicación de cipermetrina (un insecticida) pulverizado con la ayuda de un tractor que, además de aplicarse a los montes, también se vertirá en caminos, carreteras, áreas recreativas y zonas frecuentadas por excursionistas.

En lo relativo a las cajas nido para aves insectívoras, el Plan propone la instalación de 200 cajas al año, es decir, 800 durante todo el periodo de ejecución del contrato. Estas estarán colocadas en masas pinares afectadas por la procesionaria, «previamente tratadas por medios químicos y en lugares donde se conozca la existencia de especies que han de anidar».

Según las propuestas que maneja la Consejería, los tratamientos previstos para el 2020 incluirán zonas como Sierra del Molino en Calasparra; El Pinar en Pliego; Sierra Espuña de Totana; y Umbría, de Mula.

Pero será en 2021 cuando se abarquen más extensiones de terreno, como Llano de las Cabras en Lorca; Sierra Herrerías y Llano de Ifre y Loma de la Olivera en Mazarrón; y Sierra de Tercia, Campico de Flores, Campico Peñuelas, Pantano de Puentes y Zarcico también en Lorca.

Finalmente, en 2022 y 2023 se aplicarán estos métodos en Carrizales y Peña Rubia en Mula; Avilés, el Madroño y los Alhagüeces y Venta Osete en Lorca; Sierra Espuña en Totana, y La Muella en Alhama de Murcia. En total, 9.200 hectáreas regionales.

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