Política

López Miras aborda las relaciones económicas y culturales de la Región con Japón

El presidente recibe al embajador del país nipón en España, Kenji Hiramatsu

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, con el embajador de Japón en España
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, con el embajador de Japón en EspañaLa RazónCARM

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha recibido este jueves en el Palacio de San Esteban al embajador de Japón en España, Kenji Hiramatsu, con quien abordó diferentes asuntos respecto a las relaciones comerciales y culturales de la Región de Murcia con el país asiático, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

En concreto, en 2020, la cifra de exportaciones murcianas a Japón fue de 114 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 31,8 millones de euros. Los productos exportados desde la Región de Murcia fueron principalmente pescados y mariscos, carnes y productos químicos. Un total de 238 empresas murcianas realizaron operaciones comerciales con Japón durante el pasado año.

Con motivo de la visita, la Comunidad ha trasladado al Palacio de San Esteban una arqueta japonesa del siglo XVI, custodiada en el Convento de las Agustinas de Murcia que, junto a la Diócesis de Cartagena, ha cedido el objeto temporalmente para la recepción del embajador. Se trata de una pieza excepcional, por ser uno de los primeros objetos del arte suntuario japonés traído a Europa personalmente por habitantes de aquella nación asiática.

La arqueta tiene unas dimensiones de 45,5 centímetros de alto, por 69,5 centímetro de ancho y 37,5 de fondo, con incrustaciones de nácar y metal en forma de zarcillos, hojas, flores y motivos animales arabescados.

Según las crónicas de la época, el objeto fue el obsequio que entregaron al Cabildo de la Catedral de Murcia los integrantes de la Embajada Tensho, la primera misión diplomática enviada a Europa desde Japón, como muestra de agradecimiento por el trato recibido durante su estancia en Murcia, donde pasaron la Navidad de 1584 alojados en el Palacio de San Esteban, entonces Colegio Jesuita.