Turismo
El desierto más desconocido de España con el oasis más sorprendente
La rica gastronomía de esta zona hace de este lugar una visita completa para los cinco sentidos
Podría ser un paisaje marroquí, con sus sinuosas formas, sus áridas pero bellas tierras áridas y sus oasis repletos de vida. Sin embargo, para llegar hasta allí no hay que salir de España.
El desierto de Abanilla es uno de esos lugares que está por descubrir. Ubicado en la Región de Murcia tiene paisajes tan extraordinarios como fotografiables. El Ayuntamiento de Abanilla propone para recorrerlo iniciar la Ruta del Chícamo que comienza en la pedanía de Mahoya acabando en la de La Umbría (es lineal y tiene una distancia de 8 kilómetros. Allí se encuentra un cañón que hace 4.000.000. millones de años fue un delta. No se aconseja atravesar dicho cañón, por la peligrosidad y el difícil acceso en caso de accidente.
Así mismo, se advierte de que si no conoce bien el río, se recomienda visitar la zona del nacimiento o ir en compañía con alguna de las empresas de Turismo Activo locales para que su visita sea una experiencia única y segura.
Pero no solo la apariencia es de desierto. También lo es el clima, Abanilla tiene forma de cuenco y está rodeada de alineaciones montañosas: sierra de la Pila, de Balonga, de Quibas, de Barinas, de El Cantón y de Abanilla. En el centro, se han depositado los materiales que han llegado de la erosión de las sierras de alrededor. "Ese reborde montañoso actúa como pantalla orográfica impidiendo la entrada de borrascas, es decir, de las nubes que traen la lluvia; y de las masas de aire de frío", explican desde Turismo Abanilla. Esta es la razón por la que este término municipal cuenta con la temperatura media más elevada de la Región de Murcia, 19º C y una media pluviométrica de las más bajas de España, unos 297 milímetros al año.
Todo desierto tiene su oasis, y este no es una excepción, para conocerlo hay que dirigirse a la ruta de la huerta de Mahoya regada por las aguas del río Chícamo y acabando con la visita a uno de los paisajes lunares más espectaculares de la Región murciana: los Barrancos de Abanilla. El recorrido es de 5 kilómetros.
Gastronomía de diez
El visitante podrá probar excepcionales arroces, muy similares a las paellas que se cocinan en el sur de Alicante. En esta zona la especialidad es el arroz con conejo y caracoles.
Desde Turismo Abanilla destacan también los embutidos caseros, las gachasmigas y las tortilleras, las habas o las alcachofas (que llaman «alcaciles») o sabrosos tomates.
Para el postre, frutos de la huerta: albaricoques de damasco o de hueso dulce y la pereta, dátiles, granadas e higos. Se suma además una variada repostería tradicional es algo que no te puedes dejar sin probar: las monas, los buñuelos, almojábanas, magdalenas, rollos de naranja o anís, almendrados y mantecados, sin olvidar la "fruta de masa", elaborada con aceite de oliva virgen extra local, el aceite “Añoranza”, de la Cooperativa Olivarera “Santa Cruz”.
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