Maestro armado

Las reflexiones suscitadas por la ¿idea? de Donald Trump de armar a los maestros. Como si quienes declaran su horror ejercieran de contadores de nubes al servicio de la internacional buenista. ¿Dónde situamos las armas? ¿En la sobaquera del profe? ¿En un cajón susceptible de ser abierto? Y respecto al profe, y una vez asumido sin excesivo vértigo que cualquier peatón tiene madera de Navy Seal o Geo, ¿saben estos Kalicatres (sapientísimos) cuántas horas de entrenamiento necesitas para afrontar con (ciertas) garantías semejante hazaña? ¿En un recinto cerrado y repleto de niños? Pero si incluso los tiradores profesionales, policías y militares, en situaciones de combate real, fallan más la mayoría de sus disparos...

Por no abundar en el detalle de que tendrían que responder pistola mediante a un loco con un fusil de asalto. Bien. Que América tiene un problema con las armas lo sabe cualquier alfabetizado medio delante de las estadísticas. Si algo está cambiando, si asistimos a un movimiento tectónico, y si la obscenidad de la II Enmienda comienza a perder pie, sólo podrá confirmarse en los próximos meses. De momento constato la evidencia. La lista de empresas que en los últimos días han terminado su relación comercial con la Asociación Nacional del Rifle. Delta. United. Hertz. Avis. Budget. MetLife. Alamo. National. Enterprise. First National Bank of Omaha. Etc. No me hago ilusiones respecto a la moralidad subyacente a esta clase de decisiones. Entiendo que son estratégicas. Control de imagen. Quizá por eso sonrío. Porque confío en sus estudios de mercado y en su capacidad para leer las intenciones de la clientela.

Con un poco de suerte, y cordura, y por supuesto decencia, quién sabe si los reporteros del futuro no tendrán que pasar sus días de charco en charco de sangre en unas escuelas, guarderías y colegios a los que el sacrosanto caprichito de ciertos adultos han transformado en campo (santo) de tiro.

O como leía el otro día a un militar en Twitter, a lo mejor usted sabe conducir un Fórmula 1 por la calle y ha criado a un tigre en casa sin mayores problemas. Enhorabuena. Pero qué tal si de momento mantenemos el bólido en el circuito de Austin, el tigre entre las lianas del parque de Bandhavgarh y el AR-15 lejos de la calle.