Opinión

Crónica parlamentaria

El pleno del Congreso dedicado a las pensiones presentó varios aspectos de interés. Uno de ellos fue la actitud del presidente de Gobierno, en plena forma por lo que se vio, que fue capaz de deshacer en muy poco tiempo toda la palabrería demagógica que en estos días se ha acumulado sobre este asunto.

No habría estado de más que hubiera recordado en su intervención algunas medidas concretas, como la que afecta a las mujeres con hijos que han visto variado, a su favor, el cálculo de sus pensiones. En cualquier caso, quedó demostrada la solidez de la política gubernamental.

Al mismo tiempo, Rajoy mostró su disposición a la negociación para conseguir un nuevo pacto sobre pensiones. Se abren nuevas vías a las pensiones de viudedad (que subirán 100 euros en dos años) y las mínimas, que probablemente subirán y en cualquier caso se verán beneficiadas por una bajada de impuestos. Parecerá poco, pero cualquier posición más ambiciosa requiere un acuerdo inexistente, además de un dinero que no tenemos. En cambio, con los votos de Ciudadanos y otros grupos minoritarios o de ámbito regional, todo esto podría salir adelante. Invitar a llegar al acuerdo en el marco del debate de presupuestos, como hizo Rajoy, puede parecer tacticismo parlamentario, pero es una buena manera de dotar a ese debate de contenido, contenido práctico y político a la vez.

En contraste con la disposición de Rajoy y la de Ciudadanos, PSOE y Podemos opusieron una negativa radical, sin concesiones, con propuestas imposible de cumplir, como la de la indexación de las pensiones al IPC, y una utilización populista de uno de los asuntos más delicados de todos. De hecho, el PSOE, con Margarita Robles al frente, dio un recital tan asombroso de populismo que dejó en segundo plano a Pablo Iglesias, que pareció abúlico, aburrido de sí mismo.

Los dos partidos deberían esforzarse por encontrar otros terrenos de acción y otro tono. Quedó demostrado que en esta tesitura los dos partidos se anulan el uno al otro. Puede que haya trasvase de votos, pero con tendencia a la baja, seguro.