Unilateralidad

Pablo Iglesias comenzó la semana reuniéndose con Quim Torra en Barcelona. El secretario general de Podemos acudía para preparar la entrevista del presidente de la Generalitat con Pedro Sánchez. En sus declaraciones a una emisora catalana se refirió a lo tratado: «Había muchas cosas de las que hablar: de Cataluña, del futuro y de lo que significa que se haya echado al PP del gobierno de España (...). También me gustó que dijo que ahora no era momento de ninguna vía unilateral». Una entrevista maravillosa. Fue tan bueno el encuentro que, al día siguiente, Iglesias se fue a visitar en la cárcel de Soto del Real al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y al diputado de JxCat Jordi Sánchez. Tras la entrevista dijo aquello de que «no es sensato que en España tenga que haber presos políticos». ¡Presos políticos! Y la empatía fue tan grande que le llevó a decir también que Jordi Cuixart representaba algo muy especial: «No se ha vinculado a ningún partido político. Ha tenido una sensibilidad muy importante a la hora de valorar lo que pasaba en el gobierno español. Es un interlocutor muy válido». Y se quedó en su paz, como dice Juan Pablo Colmenarejo. Pero el duduá tampoco dura mucho más de dos días en casa de los independentistas, y al día siguiente, la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, corrigió a Pablo Iglesias, y dejó claro que su gobierno no ha renunciado nunca a la vía unilateral: «Nos sorprenden las declaraciones de Iglesias porque el president Torra no se expresó en esos términos». Pues vaya.

Pero... ¿por qué nos quieren hacer creer que las cosas son diferentes de lo que eran?