Elecciones: ni sí, ni no

Visto lo que ha sucedido en los dos últimos meses, desde el triunfo de la moción de censura de Sánchez y el desalojo de Rajoy de La Moncloa hasta la llegada de Pablo Casado a la presidencia del PP, pasando por la guerra sin cuartel entre Soraya y Cospedal y la formación del nuevo Gobierno, que ha lanzado ya unas cuantas ideas peregrinas, no seré yo el que ponga en duda que habrá elecciones generales anticipadas a la vuelta del verano, ni tampoco lo contrario, es decir, que se agotará la legislatura.

Vamos, que estoy como el equipo de Sánchez, ya que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, dijo ayer que «nadie está pensando en adelantar las elecciones» para agregar a continuación que «nadie va a resistir más allá de lo razonable». Horas después desde Moncloa insistían en que «el presidente ha declarado su intención de agotar la legislatura». O sea, que sí, pero no, o no, pero sí. Y es que una cosa es lo que piensa y quiere Sánchez y otra muy distinta lo que puede hacer con esos 84 diputados y dependiendo de Podemos, de la heterogénea banda de los catalanes, del PNV y de algunos más. Y es que, pasado ya el optimismo de los primeros momentos, tras la llegada al poder de la forma más inesperada, ahora se impone la realidad del día a día y la imposibilidad de sacar adelante sus proyectos. Además, parece que el PP hará oposición, cosa que no había sucedido hasta ahora, porque estaban en plena catarsis.