Opinión

Monsanto, Bayer, Basf...

Se puede permitir el mundo que la mayor parte de la producción de alimentos quede en unas pocas empresas que pondrían contarse con los dedos de una mano? Esa es la pregunta que flota en el ambiente ante la concentración del negocio de las semillas y de los productos fitosanitarios que ha tenido lugar los últimos meses y ante la aparición de noticias como la que se conoció la semana pasada relacionada con Monsanto.

En EE UU han condenado a esta sociedad, que ahora ha sido absorbida por Bayer, a indemnizar con 289 millones de dólares a una persona que padece un cáncer terminal por su exposición a un producto de esta multinacional que contenía glifosato, el herbicida más usado en el mundo. Es verdad que deben ser los científicos los que digan si este producto es cancerígeno o no, pero también es evidente que si los tribunales se meten por medio, mal van a ir las cosas. ¿Qué pasará si ahora en este país se multiplican las demandas y los jurados actúan en esa misma línea? La verdad es que Monsanto y Bayer lo van tener muy complicado.

Por otro lado, BASF cerró la semana pasada la adquisición del negocio de semillas hortícolas de Bayer, completando así la compra de negocios y activos desinvertidos por Bayer impuesta por las autoridades de la competencia para autorizar, a su vez, la integración de Monsanto en esta última. El negocio incluye 24 cultivos y 2.600 variedades; también un sistema de mejora integrada que consta de más de 100 programas únicos en más de 15 cultivos diferentes. España es uno de los países donde la integración tiene más impacto.

Son tan sólo las últimas muestras de la concentración de empresas en los sectores de las semillas y de los productos fitosanitarios, que se ha registrado en los últimos diez años y que ha tenido como protagonistas a las ya citadas y también a Syngenta, ahora en manos chinas. ¿Es bueno lo anterior? Hay opiniones para todos los gustos. Lo que está claro es que se trata de un asunto estratégico sobre el que los Gobiernos deben estar muy vigilantes.