Opinión

El Río Mesa

La vuelta de las vacaciones nos ha traído un montón de acontecimientos. Unos esperados y otros no tanto. Ahí están el abandono de Soraya Sáenz de Santamaría de la vida política, por lo menos de momento. Mientras tanto, su íntima enemiga, Dolores de Cospedal, deja los puestos directivos en el PP de su tierra y hay quien sostiene que no concurrirá a las elecciones europeas como cabeza de lista de los populares, porque también dejará la actividad política. La ministra Montón ha comenzado a pasar un auténtico calvario a cuenta de otro máster «trucho», como dirían en Argentina. El Gobierno de Sánchez sigue rectificando un día sí y otro también. La Diada ha vuelto a poner el asunto catalán en primer plano de la actualidad, si es que alguna vez había dejado de estarlo. Las previsiones sobre la situación económica en España no parecen tan buenas como hace unos meses.

En Europa, los resultados de las elecciones en Suecia han puesto de manifiesto que el fenómeno populista va a más y ha venido para quedarse, lo que preocupa mucho de cara a las elecciones europeas. Mientras sucede todo esto, nuestros pueblos viven las últimas oleadas de fiestas patronales y han comenzado a vaciarse de cara al otoño y el invierno. Pero antes de que lleguen es todavía un buen momento para visitar algunos parajes singulares y bellísimos, a la par que desconocidos para un buen número de españoles. Por ejemplo, el río Mesa en tierras de Guadalajara y Zaragoza con su cañón. Merece la pena y las cosas se ven con otra perspectiva.