Opinión

Del máster a la tesis

Los socialistas han aprovechado la dimisión de la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social Carmen Montón, para pedir a Pablo Casado que haga lo propio como presidente del PP. Pero el líder popular se ha defendido diciendo que lo suyo y lo de la ex ministra son «casos distintos». Y quizá tenga razón, pero hay otras cosas que no dijo y que merecen algún comentario.
Lo primero es que sus estudios de posgrado están pendientes de que el Tribunal Supremo decida si le imputa o no por ellos. Es decir, que son los jueces, y no los diputados ni los políticos los que van a decidir si hay un presunto delito. Y eso es bueno. Ya sabemos para lo que sirven las comisiones de investigación parlamentarias y similares.
Y dos: en el caso de la ex ministra hubo una supuesta falsedad en un documento público, es decir, en el registro de las notas. La Universidad Rey Juan Carlos lo está investigando. Y ese cambio en el expediente, posterior al fin del posgrado, es probablemente lo que ha precipitado su dimisión, al margen de que su trabajo de fin de máster estuviera copiado de varias fuentes. En el caso de Casado la Universidad no detectó esas anomalías. Pero como los argumentos los carga el diablo, sobre todo si tienen que ver con masters y currículums, el intento socialista de tapar la segunda dimisión del gobierno de Sánchez en 100 días, ha tropezado con la tesis doctoral del presidente del Gobierno. El rifirrafe entre este último y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ayer en el Congreso de los Diputados dejó la imagen de un Sánchez nervioso que en ningún momento fue capaz de explicar lo que ya estaba en los medios de comunicación. Sobraron las alusiones personales y faltaron las explicaciones.