Opinión
Fin y principio
La Fiscalía del Tribunal Supremo se opuso ayer a que se investigue al presidente del Partido Popular, Pablo Casado, por las presuntas irregularidades de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos. En su exhaustivo informe, el teniente fiscal Luis Navajas –famoso por su virulencia contra el PP– rechaza así el auto de la juez de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, que había apreciado dos delitos: uno de prevaricación administrativa como cooperador necesario; y otro de cohecho impropio, en la obtención de su posgrado.
La Fiscalía del Supremo dice que en el auto de la juez «no existe dato alguno que avale, ni siquiera de forma indiciaria» ese concierto con otros imputados, ni tampoco ve datos que sugieran que Casado se concertara con los responsables de la universidad para conseguir ilícitamente su título. Y respecto al delito de cohecho, Navajas señala que la investigación no puede seguir adelante porque ese supuesto delito ya ha prescrito, y sólo podría juzgarse ahora si se admitiera el delito de prevaricación, pero como considera que Casado no cometió ese delito, tampoco puede ser investigado por cohecho.
Así las cosas, y dado que la decisión de la Fiscalía no es vinculante, la sala de admisión del Supremo deberá decidir ahora si abre la causa contra el líder del PP o archiva el caso. La decisión corresponde al presidente de la Sala Penal, Manuel Marchena, y a los magistrados Pablo Llarena, Francisco Monterde, Miguel Colmenero y Ana Ferrer.
Pero las buenas noticias no le llegaron a Casado sólo desde el Supremo. El rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, afirmó ayer que la inspección de servicios del centro ha decidido archivar la investigación que abrió sobre la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas (ADE) de Pablo Casado, tras no detectar irregularidades. En un comunicado, la universidad explica que la inspección ha analizado todos los procedimientos formales administrativos del alumno: su expediente académico completo, matriculación, pagos, calificaciones, actas y convalidaciones.
En otro largo comunicado, la Rey Juan Carlos relata el periplo académico de Casado en su universidad desde que llegó en septiembre de 2007 para continuar los estudios de ADE que ya había iniciado en el instituto ICADE de la Universidad Pontificia de Comillas y que acabaría en 2014. También se detallan en él las convalidaciones solicitadas por el alumno y reconocidas por la Universidad, así como las calificaciones obtenidas, «siguiendo el procedimiento y la normativa correspondiente a los estudios de postgrado».
Finalmente, aclaran sobre el máster cursado por Casado en su Universidad que al ser «un estudio universitario de segundo ciclo conducente a la obtención del título oficial de máster» no era preceptiva la realización del trabajo de fin de máster, como sí lo fue en ediciones posteriores reguladas por un nuevo Real Decreto.
Pero este largo y feliz viernes para Casado no lo fue tanto para la jueza Carmen Rodríguez-Medel y, a la vista del varapalo de la Fiscalía del Supremo dictó una nueva providencia donde pregunta al ministerio público si desimputa a las tres compañeras de Pablo Casado que –según ella– obtuvieron presuntamente el título de forma privilegiada. «Sostenella y no enmendalla».
Pero Casado sale victorioso. Hay quien piensa que Soraya Sáenz de Santamaría ya conocía, cuando anunció su retirada, el contenido de la Fiscalía del Supremo. Pues quizá. Lo que está claro es que los que desataron aquel ataque no pararán ni siquiera cuando el Supremo, previsiblemente, archive la investigación. Es el fin de un intento y el principio de algo distinto para Pablo Casado.
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