Opinión

Merkel y la UE

Quedan menos de siete meses para las elecciones al Parlamento Europeo y las citas con las urnas que se van celebrando en los distintos Estados miembros anuncian una nueva composición de la Cámara, que podría volverse ingobernable. El último ejemplo lo tenemos en las regionales alemanas del pasado fin de semana, que han llevado a la canciller Merkel a anunciar que no se presentará a la reelección. Con la foto fija a fecha de hoy, no está claro que los populares y los socialistas europeos vayan a conseguir unos resultados cuya suma garantice la mayoría absoluta de la que gozan en esta legislatura. Ello permitió alcanzar un pacto entre ambas fuerzas políticas y sacar adelante en el Parlamento Europeo numerosas iniciativas. Sin embargo, el auge de los partidos populalistas, antieuropeos, xenófobos, nacionalistas y también de los «verdes», anuncia una atomización en la composición del citado PE, por un lado, y que las dos fuerzas mayoritarias ahora mismo dejen de serlo. La próxima legislatura podría ser fallida, salvo que se alcancen acuerdos a varias bandas, lo que resultará muy complicado.

La segunda parte del problema radica en que, contrariamente a lo que muchos ciudadanos piensan, los eurodiputados tienen un gran poder y su voto es necesario para sacar adelante, por ejemplo, el Marco Presupuestario para el periodo 2021-27 o la nueva Política Agraria Común (PAC). Y, salvo sorpresas de última hora, ambos asuntos, muy importantes dentro de la mecánica comunitaria, van a pasar a la siguiente legislatura, en la que Merkel contará mucho menos que en la actual, para bien y para mal. LA UE podría paralizarse.