Desconfianza

Nuestra vida está basada en la confianza. ¿Qué puede motivar a una persona a dejar su dinero a otra persona, empresa o entidad? La respuesta es muy sencilla: la confianza, que es la base del negocio bancario. Y estamos ante un factor sicológico y escasamente lógico. Porque si nos ponemos a pensarlo, no tiene lógica que «prestemos» nuestro dinero a una entidad financiera a cambio de la promesa de que cuando queramos nos lo devolverá.

¿Qué elemento es clave para creer en la Justicia? Pues también la confianza en que ante un problema los jueces harán justicia. ¿Cómo se puede confiar en el Tribunal Supremo, el órgano más importante de la Justicia en España, junto al Constitucional, si un día dice una cosa sobre las tasas de las hipotecas y poco después señala lo contrario? Llegados a ese punto resulta muy difícil convencer a los ciudadanos para que tengan confianza en el sistema judicial. ¿Cuál es la esencia de lo democracia? Pues poder votar en libertad y en igualdad de condiciones, confiando en que los elegidos para gobernar van a respetar y cumplir lo prometido durante las campañas electorales.

Mirando el panorama existente a nuestro alrededor constato que la confianza está muy mermada con carácter general y que se ha instalado la desconfianza. ¿Cómo se puede confiar, por ejemplo, en un Ejecutivo, como el actual de Sánchez, que gobierna a base de rectificarse continuamente? Mal irán las cosas si finalmente se acentúa la desconfianza. Eso es dar alas a los populismos y extremismos.