Opinión
Tienes poder, pero eres mortal
Pedro Sánchez se apuntó ayer el anuncio de que España reconocía a Juan Guaidó como presidente-encargado de Venezuela. Inmediatamente, en una acción coordinada, los grandes países europeos –Alemania, Reino Unido y Francia, entre otros– hacían lo mismo, con la excepción de la Italia de los populistas, de izquierdas y de derechas, Di Maggio y Salvini. Momento estelar para el inquilino de La Moncloa, capaz de cambiar de opinión en nanosegundos, porque al principio –Iglesias torció el gesto desde su baja paternal– no lo tenía tan claro. El líder del PSOE, además, saltaba por sobre los datos del paro registrado de enero que, con 83.464 desempleados y 204.865 afiliados menos a la Seguridad Social, son los peores desde enero de 2014. La cuesta de enero laboral ha resultado más dura de lo previsto, a pesar de que la economía creció algo más de lo esperado en el último trimeste de 2018. La explicación hay que buscarlar en el gran aumento del empleo estacional, consecuencia de la temporalidad. Ocurrió antes de verano y el fenómeno se repite y también hay que añadir el primer estancamiento de la productividad en 20 años. Además, en enero empezó a aplicarse el nuevo salario mínimo (SMI) de 900 euros, un 22,3% mayor que el anterior, que conlleva alzas similares en las cotizaciones sociales para esas remuneraciones. Los datos de un mes no son concluyentes, pero los indicios de sus efectos sobre el empleo y la afiliación a la Seguridad Social activan algunas alertas.
También ayer, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), el hombre que salvó el euro, se reunió con Pedro Sánchez en La Moncloa y luego con la ministra Calviño en el Ministerio de Economía. Visita de cortesía. Sánchez se lo pidió en una cumbre europea y el jefe del BCE, que deja su cargo en otoño, accedió. Draghi y el BCE, por otra parte, han constatado que la debilidad económica en Europa es un hecho, con el garbanzo negro de la Italia populista ya en recesión. La economía española –más allá del paro– «no preocupa» en el BCE, pero si hay problemas, acabarán por llegar a un país muy endeudado, con unos Presupuestos que no cuadran y pendientes de la decisión de los indepedentistas catalanes que, por ahora, aunque sólo sea como órdago dicen que «no». No hay muchos detalles de la conversación entre Draghi –el hombre que decide los tipos de interés– y Sánchez, pero a pesar –o quizá por eso– de que todo fue cortesía, en el ambiente flota la sensación de que en la Moncloa se pudo percibir un mensaje similar al que escuchaban los generales romanos victoriosos en sus entradas triunfales en la ciudad: «Tienes poder, pero recuerda que eres mortal».
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