Opinión

Mal empezamos

El primer día de campaña ha sido más bien anodino. Dicho de otro modo, aburrido. Parece que los partidos políticos están velando armas a la espera del debate electoral en Atresmedia. Los populares han sumado titulares con su «chiquillada» de Falcon Viajes. Buen reclamo mediático, pero con rentabilidad electoral cuestionable, enredándose, una vez más, y al paso que van los populares no será la última, con una foto de las hijas de Pedro Sánchez. Cs sigue inmerso en su propia campaña catalana, confundiéndola con unas generales, con aguijones envenenados a TV3 como televisión «manipuladora», como si este tema interesara mucho en Extremadura o Castilla. Vamos a ver, Cataluña es España, pero solo una parte señores de Ciudadanos. Vox se ha ido a Asturias a rememorar la Reconquista. Harían bien estos casposos señores en ponerse al día, porque la Reconquista queda lejos para los votantes de la generación del 98. No digamos para las generaciones actuales. Seguro que nos obsequian con un acto en Navas de Tolosa y un fin de campaña en Granada. Los socialistas se han pasado el día justificando su debate en esta casa, Atresmedia, erigiéndose en el cazafantasmas de Vox. El papel de palo y tentetieso ha corrido a cargo de Carmen Calvo y José Luis Ábalos que han agitado el espantajo, bien real por cierto, de la ultraderecha para hacer tambalear el «valor seguro» de Casado que sigue con una agenda tan apretada que se hace difícil ver que llegue al final de la campaña entero. Podemos sigue vagando por su propia ciénaga buscando más cloacas del Estado, clavo ardiendo al que se agarra para justificar su travesía del desierto que se augura larga, y penosa. ERC va a lo suyo. Tienen el viento en cola y Gabriel Rufián, el líder sustituto, ha hecho suyo el refranero castellano. Si no quieres caldo, dos tazas. Se ha puesto en faena, si el Estado no quiere un referéndum, dos: para la independencia y para la república. Su enemigo íntimo, Junts per Catalunya, con la ínclita Laura Borrás, ha hecho el ridículo. Refiriéndose al escrache de Álvarez de Toledo, ha justificado el totalitarismo: «Quien busca problemas, los encuentra».
¡Y esta señora era la consejera de Cultura. ¡Válgame Dios! Acabamos de empezar y el patio se mueve poco. Y algunos lo mueven mal.