
Guerra comercial
El coeficiente de sacrificio y el riesgo de inflación
El Banco Central Europeo insiste en que «las guerras comerciales amenazan con más inflación y limitan el margen para nuevos recortes de tipos de interés»

James Grant, liberal incluso libertario, era el candidato de Ron Paul, aspirante tres veces fallido a la presidencia de los Estados Unidos, para encabezar la Reserva Federal (Fed). Paul ni tan siquiera se acercó a la Casa Blanca y su patrocinado se tuvo que conformar con escribir que «no hay nada más inestable que un nivel de precios estabilizado». Isabel Schnabel, alemana, consejera ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE), tildada a veces de «halcón monetario», insiste en la necesidad de ser precavidos con la inflación. En California, en la Universidad de Stanford, acaba de explicar que «existen riesgos de que un aumento duradero y significativo de los aranceles refuerce la presión al alza sobre la inflación subyacente derivada de un mayor gasto fiscal a medio plazo». Insiste en que «la política fiscal se expandirá a una escala nunca vista fuera de periodos de contracción económica», entre otras cosas por el plan de Alemania de invertir 500.000 millones de euros en los próximos años. Es decir, hay riesgo de inflación, justo en tiempos en los que «el coeficiente de sacrificio» es más reducido. Ese indicador refleja la cantidad de bienes o servicios a los que un individuo debe renunciar para obtener otro.
«Un menor coeficiente de sacrificio –dice Schnabel– sugiere que los bancos centrales deberían reaccionar con mayor contundencia ante las desviaciones de la inflación respecto al objetivo». Y para que no queden dudas, apostilla que «una política de mano firme ofrece la mejor protección contra una amplia gama de posibles consecuencias». Es decir, desafía el consenso extendido en el mercado de que el BCE apruebe en junio otro recorte de tipos de interés de 0,25 puntos. Trump parece haber aflojado la mano con los aranceles, al menos de forma temporal, pero Schnabel insiste en que «las guerras comerciales amenazan con más inflación y limitan el margen para nuevos recortes de tipos de interés». No obstante, la consejera-ejecutiva del BCE está convencida de que «la zona euro puede ganar en la guerra comercial», aunque al mismo tiempo hay que vigilar el incremento del gasto en defensa y qué ocurre al final con los aranceles y si «alimentan la inflación». En definitiva, la estabilidad de los precios no deja de ser inestable, como decía James Grant.
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