Opinión

¿Dónde están los indecisos?

Los indecisos, y su hermana gemela la abstención, sobrevuelan todas las campañas. Las encuestas publicadas en los últimos días señalan que el 28A registrará un alto índice de participación porque tanto la izquierda como la derecha están movilizadas. Sin embargo, también señalan que un porcentaje que se sitúa en torno al 25% no tienen decidido su voto. Por eso, en estos días todos los partidos afinan sus mensajes con el objetivo de que estos indecisos decanten sus votos hacía el lugar que los líderes consideran el adecuado. O sea, el suyo.

La cuestión es ¿dónde están estos indecisos? ¿Quién tiene a su electorado con dudas? A tenor de las encuestas el PSOE es el partido con mayor fidelidad de voto. Más de un 80% de sus electores van a volver a votar socialista. Han conseguido erigirse voto útil de la izquierda y ahora miran a ese votante moderado al que Sánchez se dirige diciendo que es posible gobernar en solitario.

Los populares de Casado, conscientes que sus encuestas les dan un porcentaje que ronda el 50% de pérdida de votos, centran sus esfuerzos en afianzar a su líder como «valor seguro» y recuperar el voto que todavía no se ha decantado, sobre todo, por VOX. Quieren recuperar a estos electores pero, sobre todo, miran a ese elector centrado del PP que tiene dudas porque la deriva del discurso popular le produce una cierta urticaria. Están indecisos porque no les entusiasma un pacto con la ultraderecha y miran a Ciudadanos, aunque también al PSOE. Albert Rivera apostó fuerte descartando un pacto con el PSOE. Y menos con Sánchez. Las elecciones dirán si estuvo acertado. Ahora les encuestas, de momento, le dicen que no. Cerrar la puerta al PSOE dejó en el limbo a muchos que ahora son «sus indecisos» y que iban a provenir del PP. Con su estrategia los está obligando a optar entre Sánchez o un acuerdo de las derechas con VOX.

Tanto PP como Ciudadanos han querido cortar la sangría al partido de extrema derecha luchando en su terreno, lo que les ha provocado una herida en el otro extremo de su electorado. Este electorado popular y naranja es el más indeciso. Están dispuestos a votar, pero no saben a quién. Si Casado y Rivera no les llaman la atención en los días que quedan, y en el debate de A3Media, pueden pasar de indecisos a abstencionistas, o lo que es peor dar su voto a un Pedro Sánchez que se está convirtiendo en esta campaña en el adalid de la moderación.