Opinión
La ventaja de Sánchez
La semana que viene tendremos sentencia del Tribunal Supremo sobre los golpistas catalanes de 2017. Si el fallo es contundente, los secesionistas han convocado a «parar el país» con sabotajes sobre infraestructuras (torres de alta tensión, carreteras), cortes de comunicaciones, interrupciones del tráfico del aeropuerto de Barcelona y las estaciones y detención de los servicios. En su locura, han difundido que la gente haga acopio de comida para un mes y prepare sillas portátiles y transistores para las movilizaciones callejeras. Naturalmente, no están seguros del todo de su poder real, así que han convocado huelga general para el viernes 11, que es una fecha muy estimulante, porque el 12 cae en fiesta y los españoles -catalanes o no- valoran mucho los puentes y están especialmente dispuestos a abandonar su puesto de trabajo para irse al campo.
Habrá que ver qué ocurre, porque los ciudadanos, también los independentistas, están muy cansados, la economía local perjudicada y los ánimos, bajos. El procés está revelando una gran mentira, una alucinación colectiva. Pero si se logra la reacción que desean los independentistas, será una bendición que el Gobierno sea de izquierdas. Hay determinadas cosas en España que sólo puede hacer el PSOE, en concreto las relativas al uso de la fuerza del Estado. Hay que ver lo que ayudó al fin de ETA que no sólo la combatiesen Suárez, Aznar o Rajoy, sino los gobiernos socialistas. Los votantes de izquierdas se echan indignados sobre la derecha cuando refuerza las fronteras, endurece las leyes de seguridad, combate el terrorismo o aplica las leyes contra el independentismo. Y aplauden cuando lo hacen los suyos ¿Recuerdan lo que le costó a Mariano Rajoy implementar el 155? Rememórense los melindres del PSOE y Ciudadanos, las negativas a intervenir los Mossos o la TV3, la exigencia de que la suspensión de la autonomía durase lo mínimo posible.
Por el contrario, ahora anuncia Pedro Sánchez con toda naturalidad que recurrirá a la Ley de Seguridad Ciudadana si se hace necesario. Y el propio jefe del PSC –siempre tan díscolo– subraya que aceptaría un 155. Los planes del PSOE incluyen una posible sustitución de nada más y nada menos que 5000 mozos de escuadra si éstos son desleales en las próximas semanas. Y se publica todo con normalidad, y nadie critica nada y, naturalmente, la derecha se muestra leal con el Gobierno. Es una suerte, repito, que sea el PSOE quien afronte los posibles disturbios. Porque la izquierda se arroga una legitimidad que la derecha nunca recibe y, en definitiva, cuando la unidad del país está en peligro, la manera de estar a una es que el PSOE lleve la batuta.
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